Arenas anuncia "sorpresas" en la renovación del PP gallego
La dirección nacional del Partido Popular está segura de que la renovación del partido en Galicia no ha terminado con las dimisiones de su número dos, Xosé Cuiña, y del presidente provincial de A Coruña, José Manuel Romay. Javier Arenas, secretario general de los populares, declaró ayer que apoya y "sigue con entusiasmo" el proceso abierto en Galicia e incluso aventuró nuevas "sorpresas" en el congreso regional que se celebrará el próximo mes de octubre. Con todo, Arenas matizó que se pretende hacer una renovación "sin exclusiones". Mientras Arenas realizaba ese vaticinio en Madrid, el...
La dirección nacional del Partido Popular está segura de que la renovación del partido en Galicia no ha terminado con las dimisiones de su número dos, Xosé Cuiña, y del presidente provincial de A Coruña, José Manuel Romay. Javier Arenas, secretario general de los populares, declaró ayer que apoya y "sigue con entusiasmo" el proceso abierto en Galicia e incluso aventuró nuevas "sorpresas" en el congreso regional que se celebrará el próximo mes de octubre. Con todo, Arenas matizó que se pretende hacer una renovación "sin exclusiones". Mientras Arenas realizaba ese vaticinio en Madrid, el presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar, uno de los más destacados miembros del grupo de dirigentes rurales cuyo poder trata de minar la ejecutiva nacional, insistía en que se presentará a la reelección y que, si alguien quiere relevarle, tiene la posibilidad de presentar una lista alternativa a la suya. Para Baltar, aunque el partido se renueve "no puede desaparecer la gente que ya había", informa desde Ourense F.J.Sarria.
El líder de los populares orensanos incluso polemizó con el ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, quien había pedido que el PP gallego incorpore más "universitarios" y "equilibre la representación entre el campo y la ciudad". "El PP tiene que representar a toda la sociedad, a los de la boina y a los urbanitas", declaró Baltar aludiendo a la denominación que él mismo ha acuñado para distinguir entre su sector y el de los ministros Rajoy y Romay. "Un título no es garantía de que se puede hacer todo: para colocar ladrillos, por ejemplo, hace falta un peón y no un ingeniero".