Misión imbatible

El keniano Tergat y la legión marroquí intentan que el etíope Gebreselassie no aumente su leyenda

Haile Gebreselassie, una de las grandes estrellas del atletismo de los últimos años, tiene hoy una nueva oportunidad de aumentar su leyenda. En la final directa de los 10.000 metros, el etíope es el único capaz de frenar el dominio keniano en las pruebas de fondo. Gebreselassie, triple campeón mundial y plusmarquista de la prueba, es imbatible. Incluso un atleta tan importante como el keniano Paul Tergat, quíntuple campeón del mundo de cross, difícilmente le resistirá su tremendo final.La sorpresa podría venir por la tercera vía, la marroquí, con el último gran atleta, Ismail Sghyr, y con el r...

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Haile Gebreselassie, una de las grandes estrellas del atletismo de los últimos años, tiene hoy una nueva oportunidad de aumentar su leyenda. En la final directa de los 10.000 metros, el etíope es el único capaz de frenar el dominio keniano en las pruebas de fondo. Gebreselassie, triple campeón mundial y plusmarquista de la prueba, es imbatible. Incluso un atleta tan importante como el keniano Paul Tergat, quíntuple campeón del mundo de cross, difícilmente le resistirá su tremendo final.La sorpresa podría venir por la tercera vía, la marroquí, con el último gran atleta, Ismail Sghyr, y con el regreso de un viejo campeón, Jalid Skah. Los restantes etíopes también pueden subir al resto del podio que deje libre su jefe. Los europeos simplemente correrán, una vez más, otra carrera, encabezada por el portugués Pinto, que acaba de batir el récord de Europa. Los atletas españoles, Enrique Molina, Bruno Toledo y Chema Martínez, tratarán de no estar lejos de él.

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Gebreselassie no ha corrido este año ningún 10.000, porque está empeñado en ganar el millón de dólares de la Liga de Oro, que se disputa sobre 3.000 metros. Pero le da igual. También ganó los 5.000 de la reunión de Zúrich. Su versatilidad es tal, que aunque empieza a encontrarse peor en las carreras menos largas, como corresponde a los fondistas según van teniendo más edad, aún es imbatible en todas las distancias. Y aún más en el 10.000, ya de paso para el maratón que ha decidido correr en los Juegos de Sydney. Su compatriota Habte Jifar ha hecho la mejor marca del año, 27.06.45, en la reunión de Hengelo (Holanda), incluso mejor que Tergat, sólo 27.10.08 en Estocolmo. Sghyr tiene 27.12.39, antes que los 27.12.47 de Pinto. El récord mundial de Gebreselassie es el asombroso 26.22.75 del año pasado.

Comienza el decatlón

Hoy comienza el decatlón en su primera jornada, y con el reto del checo Tomas Dvorak de pasar por primera vez de los 9.000 puntos tras sus impresionantes 8.994 de los pasados 3 y 4 de julio en Praga. La lástima es que no habrá duelo con el plusmarquista destronado, el estadounidense Dan O"Brien, que se perdió por lesión las selecciones de su país y no ha sido repescado. Duelos sí habrá, en teoría, en otras finales de hoy: en los 800 metros, entre la mozambiqueña María Mutola (1.56.04 minutos) y la rusa Svetlana Masterkova (1.55.87). Ésta, doble campeona olímpica en Atlanta 96, volvió en Budapest 98 a ser campeona de Europa de 1.500 tras una racha de lesiones. Tiene mejor marca, pero Mutola la ha ganado en las dos reuniones importantes de Montecarlo y Zúrich, algo muy significativo. Ya en Sevilla, también se ha mostrado muy fuerte la checa Ludmila Formanova. En el martillo femenino, la lucha estará entre la rumana y plusmarquista mundial, favorita, Mihaela Melinte (75,97 metros) y la rusa Olga Kuzenkova (74,30), primera que pasó de los 70 metros. Y en el disco masculino todo parece indicar que sólo su compatriota y plusmarquista mundial, Jürgen Schult, puede evitar que el alemán Lars Riedel gane su quinto título mundial. En la prueba que parecía más abierta, en cambio, la de triple salto femenino, la griega Paraskevi Tsiamita parece en una forma imparable. Venía con la mejor marca, 14,94, como la rusa Tatiana Lebedeva, a la que también ganó en Zúrich, y en la eliminatoria del domingo se fue en su primer intento a 15,07, 60 centímetros más que la segunda, la rumana Cristina Nicolau. Lebedeva se conformó con los 14,26 que ya le daban el pase a la final, pues la mínima era de 14,20.

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