PP y PSOE preparan una campaña electoral larga y muy agria

El 2 de abril, fecha probable para las generales

La decisión del presidente del Gobierno, José María Aznar, de agotar hasta el último día la legislatura pone a su partido en el brete de afrontar algo más de seis meses de lucha abierta con el PSOE. El jefe del Ejecutivo ha advertido a sus militantes de que en esta etapa "van a escuchar de todo; mucho más de lo que se puede imaginar". En el PP se apunta al día 2 de abril del 2000 como fecha muy probable para celebrar las elecciones. El PSOE afirma que, aunque la legislatura llegue a su fin, las ideas de Aznar ya se han agotado.

Es muy probable que el Parlamento esté abierto sólo cuatro ...

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La decisión del presidente del Gobierno, José María Aznar, de agotar hasta el último día la legislatura pone a su partido en el brete de afrontar algo más de seis meses de lucha abierta con el PSOE. El jefe del Ejecutivo ha advertido a sus militantes de que en esta etapa "van a escuchar de todo; mucho más de lo que se puede imaginar". En el PP se apunta al día 2 de abril del 2000 como fecha muy probable para celebrar las elecciones. El PSOE afirma que, aunque la legislatura llegue a su fin, las ideas de Aznar ya se han agotado.

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Es muy probable que el Parlamento esté abierto sólo cuatro de los casi siete meses que faltan hasta las elecciones, y su tarea fundamental será la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado con la ayuda segura de CiU. Los dirigentes catalanes respondieron ayer afirmativamente a la petición de Aznar de que mantengan el apoyo al Gobierno en aras de la "estabilidad" del país hasta que se disuelvan las Cortes, previsiblemente el 8 de febrero, para celebrar las elecciones el 2 de abril, fecha que se maneja entre altos dirigentes del PP. El PSOE se prepara para mantener el impulso que ha tomado tras las elecciones del 13 de junio y confía en contar con otra inyección de moral si los socialistas catalanes logran un buen resultado en las próximas autonómicas, previas a las generales. El PP teme que sus resultados en esas elecciones no sean muy buenos. El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, consciente, al parecer, de esta situación, se apresuró ayer a advertir de que el resultado de las elecciones catalanas no debe interpretarse como las primarias de las elecciones generales. El clima político del semestre se presenta cargado de tensión del lado popular y socialista. Aznar ha marcado la pauta por la que debe discurrir el PP: "En el PSOE están los mismos dirigentes y los mismos proyectos que trajeron a España: paro, corrupción y despilfarro".

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