Un niño marroquí muere en Ceuta apuñalado por un compatriota

Un niño marroquí de unos 13 años de edad y cuya identidad se desconoce fue asesinado a puñaladas en Ceuta durante la madrugada de ayer. El presunto criminal es Ahmed A., un compatriota suyo de 32 años, nacido en Tetuán y que fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía tras un rastreo por la zona. En el momento del arresto se le intervino la supuesta arma homicida.Los hechos ocurrieron en la barriada de Juan XXIII, cercana al puesto fronterizo del Tarajal. Pasadas las dos y media de la mañana, los gritos de los dos magrebíes, enzarzados en una pelea por motivos que todavía no se han...

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Un niño marroquí de unos 13 años de edad y cuya identidad se desconoce fue asesinado a puñaladas en Ceuta durante la madrugada de ayer. El presunto criminal es Ahmed A., un compatriota suyo de 32 años, nacido en Tetuán y que fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía tras un rastreo por la zona. En el momento del arresto se le intervino la supuesta arma homicida.Los hechos ocurrieron en la barriada de Juan XXIII, cercana al puesto fronterizo del Tarajal. Pasadas las dos y media de la mañana, los gritos de los dos magrebíes, enzarzados en una pelea por motivos que todavía no se han esclarecido, despertaron a varios vecinos, que pudieron presenciar cómo el adulto acuchillaba varias veces al menor y que avisaron de inmediato a la policía local.

El muchacho, ensangrentado, quedó tendido en el suelo mientras que su agresor se daba a la fuga. Una patrulla de agentes le trasladó al hospital del Insalud, en el que falleció pocos minutos después de su ingreso en Urgencias ante la gravedad de las heridas sufridas. Tras varias horas de búsqueda, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo al presunto autor del homicidio, que pasó a disposición judicial. El problema con los menores indigentes es cotidiano en Ceuta. Se calcula que al menos unos 200 cruzan cada mes la frontera con Marruecos a la búsqueda de más y mejores oportunidades para vivir. Con el fin de evitar que sigan llegando, la Delegación del Gobierno y varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG) tienen en proyecto un programa de formación en las cercanías de Tetuán, ciudad marroquí distante 30 kilómetros de la ceutí. A la espera de que se ponga en marcha, los chavales indocumentados que pasan a territorio español son alojados por los Servicios Sociales en una antigua residencia militar, en la que se les proporciona comida y cama mientras son vigilados por la Policía Local y un retén del Ejército. En estos momentos, su número supera el medio centenar.

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