IU admite que el fracaso del 13-J le cuesta 490 millones

El retroceso experimentado por Izquierda Unida en las elecciones autonómicas, municipales y europeas del pasado 13 de junio ocasionó a IU un déficit cercano a los 490 millones de pesetas, según reconoce el secretario de Organización, Pedro Granados. Sin embargo, en declaraciones a este diario realizadas tras el 13-J, los sectores críticos de IU elevaron esta cifra hasta más de 700 millones y aseguraron que puede llegarse al cierre de sedes provinciales y locales en distintas comunidades y verse obligados a hacer ajustes de plantilla. Granados explicó que IU afrontó la campaña electoral con u...

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El retroceso experimentado por Izquierda Unida en las elecciones autonómicas, municipales y europeas del pasado 13 de junio ocasionó a IU un déficit cercano a los 490 millones de pesetas, según reconoce el secretario de Organización, Pedro Granados. Sin embargo, en declaraciones a este diario realizadas tras el 13-J, los sectores críticos de IU elevaron esta cifra hasta más de 700 millones y aseguraron que puede llegarse al cierre de sedes provinciales y locales en distintas comunidades y verse obligados a hacer ajustes de plantilla. Granados explicó que IU afrontó la campaña electoral con un presupuesto federal de 1.500 millones para los tres comicios, aunque recuerda que él había propuesto limitarlo a 1.150 millones.

En función de los votos y escaños logrados en el Parlamento Europeo, las Cámaras autonómicas y las Corporaciones locales, IU recibirá 1.009 millones (273,12 por las europeas, 593,42 por las municipales y 141,34 por las autonómicas).

Según Granados, el principal desajuste se ha producido en las elecciones europeas debido a que IU no ha llegado al mínimo del 6% de respaldo electoral exigido por la Administración para multiplicar la cantidad que se abona por el buzoneo. Esas 23 centésimas que le han faltado a IU ha provocado que cada carta de propaganda se cobre a 3 pesetas, en lugar de las 14 que ofrece el Estado a las fuerzas que superen la barrera del 6%.

Algunas federaciones territoriales, especialmente en las que ha habido más desfase entre los resultados de 1995 y los de 1999 (Aragón y Castilla-la Mancha, entre otras), se plantean cerrar algunas de sus sedes provinciales y llevar sus oficinas a locales del PCE.

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