Cartas al director

Discutamos

Al leer el artículo de Diego López Garrido sobre el futuro de los partidos comunistas me asaltan preguntas que sugiere su texto, pero que finalmente esquiva: ¿por qué la obsesión por que los PC dejen sus ambiciones de hegemonía? ¿Acaso no tiene derecho cualquier partido político a aspirar a que los ciudadanos sigan su liderazgo? ¿Por qué eludir el hecho de que entre las fuerzas de la izquierda existen sinceros, verdaderos y amplios desacuerdos sobre buen número de temas fundamentales? ¿Por qué insistir en la unidad de la izquierda como si todo el mundo estuviera luchando por lo mismo, c...

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Al leer el artículo de Diego López Garrido sobre el futuro de los partidos comunistas me asaltan preguntas que sugiere su texto, pero que finalmente esquiva: ¿por qué la obsesión por que los PC dejen sus ambiciones de hegemonía? ¿Acaso no tiene derecho cualquier partido político a aspirar a que los ciudadanos sigan su liderazgo? ¿Por qué eludir el hecho de que entre las fuerzas de la izquierda existen sinceros, verdaderos y amplios desacuerdos sobre buen número de temas fundamentales? ¿Por qué insistir en la unidad de la izquierda como si todo el mundo estuviera luchando por lo mismo, como si la palabra misma de izquierda debiera bastar para lograr la unidad de acción? ¿Por qué seguir el acoso a Izquierda Unida por impedir dicha unidad y no reconocer su derecho a oponerse al capitalismo, la OTAN y la Unión Europea tal como está planteada, y que el PSOE se halla en los antípodas en estos temas? Si López Garrido quiere estar en el PSOE y aceptar la explotación del sistema capitalista, está en su pleno derecho. Que lo diga. "Profundización de la democracia y de la igualdad", "renovación", etcétera, suena muy bien, pero ¿qué quiere decir? Nada, es retórica vacía para dar tapadera a un viraje hacia el liberalismo avergonzado. Pero sermones sobre los requisitos para formar parte de una izquierda plural que no reconocen esas diferencias reales de opinión, de ideología, muestran poco

pluralismo y tolerancia: te dejamos unirte al club a cambio de abandonar tus principios básicos. ¿Se le habrá ocurrido que tal vez no todo el mundo quiere basarse en Rawls y Habermas? Al contrario, cada uno tiene sus propias ideas, y la izquierda plural exige que se respeten esas diferencias, que se deben discutir abiertamente, y no ocultar, buscando que unos, los más pequeños, sean apéndice del sector "mayoritario". Desde luego, atreverse a plantearte sin rubor la "reforma" de otra fuerza política es prepotencia, no pluralismo. El tema de verdad es, como siempre, ¿qué propones para la sociedad? Discutamos eso.-

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