FÚTBOL Segunda división

La fiesta de San Juan, adelantada

Miles de sorianos celebraron en las calles el ascenso de su equipo

Toda Soria celebró la fiesta del ascenso del Numancia. Casi un tercio de su población, unos 9.000 espectadores, abarrotaron las gradas del campo de Los Pajaritos. Fue una celebración esperada, que había reunido a miles de personas en las calles ya desde antes de finalizar el encuentro. A la fiesta se unieron los Duques de Lugo, la infanta Elena y su esposo, Jaime de Marichalar, que presenciaron el partido en el campo. La hija de los Reyes se sentó en el palco junto al alcalde de Soria, Javier Jiménez Vivar, mientras que el duque lo hizo al lado del presidente del equipo. Felipe Juan Froilán de...

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Toda Soria celebró la fiesta del ascenso del Numancia. Casi un tercio de su población, unos 9.000 espectadores, abarrotaron las gradas del campo de Los Pajaritos. Fue una celebración esperada, que había reunido a miles de personas en las calles ya desde antes de finalizar el encuentro. A la fiesta se unieron los Duques de Lugo, la infanta Elena y su esposo, Jaime de Marichalar, que presenciaron el partido en el campo. La hija de los Reyes se sentó en el palco junto al alcalde de Soria, Javier Jiménez Vivar, mientras que el duque lo hizo al lado del presidente del equipo. Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, el hijo de los duques de Lugo, es socio del Numancia. El presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, soriano de nacimiento, aseguró ayer que el ascenso del Numancia "demuestra que en el fútbol no sóilo vale el cheque, sino también el corazón". "Es el premio a la lucha, el coraje y el tesón", añadió.

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La directiva había preparado su fiesta particular. Un autobús descubierto hizo llegar la celebración a toda la ciudad. El autobús, guardado a cal y canto por los directivos, se desplazó del estadio a las calles de Soria. Miles de personas se daban cita en las aceras de la capital y aplaudieron a los componentes del equipo rojillo cuando el autocar, con el Numancia de Primera, llegaba a su altura.

No era momento de pensar en los múltiples cambios para la próxima temporada, tal vez comenzando por el propio entrenador, no era momento de rencores o de recordar malos momentos, el Numancia y Soria estaban haciendo historia y la ciudad se mostró agradecida.

El equipo se reunió en un céntrico mesón de la ciudad para cenar. Directivos, jugadores y familiares disfrutaron de la fiesta. Los festejos han estado en toda la ciudad: sólo una indumentaria, la camiseta rojilla del Numancia y los tejanos. La verbena para el Frente Rojillo, la peña a la que tocó la lotería nacional el año pasado, la madrugada del domingo, como aperitivo, y esta madrugada pasada, como homenaje a los jugadores y con ellos, como protagonistas, vitoreados, liberados de tensiones y ofreciendo su triunfo a la aficción.

Éste sólo ha sido un primer paso en los homenajes que la ciudad hará a sus jugadores, sus técnicos y sus directivos, ahora tendrán que ofrecer este ascenso al patrón de Soria San Saturio y ofrecer asimismo desde el balcón del ayuntamiento a la afición que en ningún momento ha dejado de apoyarles. Ahora Francisco Rubio, el presidente, que fue alzado a hombros por el equipo y la afición, ahora Lotina, que salió entre los aplausos de la afición y a hombros de sus jugadores, tendrán que pensar en mañana porque la realidad y los cambios están ahí. Se asegura que deja el Numancia para entrenar a Osasuna.Desde las diez y media de la noche en la Plaza de Santa María, Soria vivió la fiesta del Numancia, la verbena del frente rojillo.

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