Los cuatro días más temidos ya están aquí

45 kilómetros de contrarreloj llanos, dos llegadas en duros puertos, cinco puertos especiales más, otros dos puertos de segunda, uno de tercera. Sumados todos, es como si tuvieran que subir (y bajar) un superpuerto de 119,4 kilómetros para superar un desnivel de 6.465 metros (casi el Everest desde la meseta), con una pendiente media del 6,5%. Y de uno en uno, nombres que hacen rechinar los dientes y que se santigüen los valientes: el terrible Mortirolo, el imponente Gavia (cima Coppi con sus 2.621 metros), el desconocido Manghen, el empinado Alpe de Pampeago... Buen menú para el fin de semana ...

45 kilómetros de contrarreloj llanos, dos llegadas en duros puertos, cinco puertos especiales más, otros dos puertos de segunda, uno de tercera. Sumados todos, es como si tuvieran que subir (y bajar) un superpuerto de 119,4 kilómetros para superar un desnivel de 6.465 metros (casi el Everest desde la meseta), con una pendiente media del 6,5%. Y de uno en uno, nombres que hacen rechinar los dientes y que se santigüen los valientes: el terrible Mortirolo, el imponente Gavia (cima Coppi con sus 2.621 metros), el desconocido Manghen, el empinado Alpe de Pampeago... Buen menú para el fin de semana más largo del Giro, el que empieza hoy en Treviso y termina el sábado en Aprica. Es la visita a los montes Pálidos, a los Dolomitas, a toda la leyenda de la ronda italiana. Todo concentrado en una dosis de caballo. Todo, por fin, aquí. ¿Para qué? Para resolver dos asuntos muy acuciantes y aún en el aire, pese a la no contestada superioridad de Marco Pantani en la montaña: ¿Hasta dónde llegará Jalabert, hasta dónde explotará la renta que logre en la contrarreloj de hoy? ¿Hasta dónde llegará Daniel Clavero en su lucha por entrar en el podio, en su pugna con Gotti, Savoldelli y hasta Jalabert? Y Pantani ¿qué dice? Antes de que todos ellos puedan expresarse, ayer mismo habló Mario Cipollini. Lo hizo de forma incontestable, con más argumentos que nunca si cabe, por cuarta vez. Y puede que por última. Su perfecto sprint de Castelfranco Véneto (sinónimo de peligro: dos curvas cerradísimas en los últimos metros, caída dolorosa de Zintchenko, que, sin embargo, pudo reintegrarse sin perder ni un segundo), varias bicicletas de ventaja sobre Tosatto, olió a despedida del Giro, antes de la montaña, antes de intentar la quinta victoria el domingo en Milán. El bello toscano ya dejó caer que el año es muy largo, que le quedan la Volta, el Tour y otras cuantas carreras más y que quiere descansar un poquillo.No se le verá probablemente estos días, y tampoco se le echará de menos. Los protagonistas serán Marco Pantani y Laurent Jalabert. Por cinco segundos calcula El Pirata que perderá hoy la maglia rosa ante el líder del ONCE, que la tomaría por segunda vez en este Giro. Eso si tiene un buen día, porque si lo tiene malo Pantani piensa en dejarle un minuto más, como mucho, al ex campeón mundial de contrarreloj. A Manolo Saiz, el director de Jalabert, le parece que se queda corto El Pirata. "Si no está muy fino, le sacaremos al menos cinco segundos por kilómetro". Haciendo cuentas, casi cuatro minutos en los 45 kilómetros. Haciendo cuentas: casi dos minutos de ventaja en la general para asaltar los tres días de montaña. Demasiado poco, sostienen todos.

Daniel Clavero, quinto en la general, está a 38s del segundo, el sorprendente Savoldelli. Tiene, pues, a tres adversarios para el podio y es el menos escalador de los pretendientes. Pero los cálculos valdrán un rato. Desde hoy sólo cuentan las pedaladas.