Tribuna:

El túnel del tiempo

DE PASADALos cláxones. Las banderas. Los petardos. El primer ascenso a primera en codificado. Canal Sur, echa los últimos minutos: un campo verde lleno de malagueños botando con bufandas y camisetas blancas y azules. El presentador Juan Luis Navarro sonreía desde el estudio conteniendo mal la felicidad. Esa sonrisa vale más que toda la estúpida rivalidad Málaga-Sevilla, donde se ha ido viviendo como afrenta cada minutaje de más de la cadena autonómica en favor de lo hispalense. Uno existe, dicen, si aparece en los medios. Los medios, la tele, devuelven un mundo manipulado y falso. Pero los min...

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DE PASADALos cláxones. Las banderas. Los petardos. El primer ascenso a primera en codificado. Canal Sur, echa los últimos minutos: un campo verde lleno de malagueños botando con bufandas y camisetas blancas y azules. El presentador Juan Luis Navarro sonreía desde el estudio conteniendo mal la felicidad. Esa sonrisa vale más que toda la estúpida rivalidad Málaga-Sevilla, donde se ha ido viviendo como afrenta cada minutaje de más de la cadena autonómica en favor de lo hispalense. Uno existe, dicen, si aparece en los medios. Los medios, la tele, devuelven un mundo manipulado y falso. Pero los minutos los deciden los espectadores. Para existir, ser franja horaria, crear publicidad, dinero, hay que vivir para la televisión. La Rosaleda está llena de chavales con las caras pintadas. Ellos no memorizaron la alineación de los Deusto, Chuzo, Búa, Montero, Arias, Monreal, Martínez, Migueli,Vilanova y Viberti. Sebastián Humberto Viberti, el argentino que tenía un 46 de pie (melena ye-yé, preciso con el balón) y nos parecía un dios a los críos con zapatos Gorila que adorábamos su cromo. Ayer, como antes, los de la radio se pusieron la bufanda: "pásasela a Edgar, coño, que está solo. Ahí, bien Sandro, tocando, monstruo". La ciudad, Peiró colectivo, rescata azul y blanco del armario. Villalobos, forofa intrínseca, grita desde el palco. Es obligado y hasta sano que lo haga. Todos hemos gritado, como si nos fuera la vida en un partido de fútbol. Ahora podría seguir esta campaña por el voto post-mortem de Picasso, que han iniciado IU y PSOE. Para los socialistas, el pintor querría la ciudad de su programa. Rafael Rodríguez va más allá: Picasso votaría a IU. Celia podría añadir: si Catanha votase, lo haría por mí. La calle es gente feliz. Hablarán de Rufete y Agostinho como dioses en treinta años, cuando ya no haya cromos ni fútbol en abierto. El fútbol es hoy el pan y el circo que Juvenal criticaba a Roma. Pero su memoria nos construye. Cosa delicada. Un equipo de mi ciudad, que ahora se pide ser de primera división y máxima audiencia -por lo del festival de cine, han estado los de CQC, con Sergio Pazos a la cabeza, más estrellas que los del cine, currando 16 horas diarias para sacar tres minutos-, el Málaga CF, ha hecho que muchos saltemos. No olvidemos que las mayorías se utilizan para ahogar al individuo. Pero, qué carajo, aquí, con la bufanda, los cromos de Bazán, Viberti, Juanito, Catanha... Ya acabaremos otro día la novela de Soler... HÉCTOR MÁRQUEZ

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