La OTAN teme que sus últimas víctimas fueran "escudos humanos"

Sospecha que los serbios colocaron a civiles junto a un edificio militar

La OTAN y el Pentágono reconocieron ayer por separado el bombardeo sobre el pueblo de Korisa, que causó más de un centenar de víctimas civiles, pero sugirieron que los kosovares muertos estaban siendo utilizados como escudos humanos ocultos. La agencia de prensa yugoslava Tanjug señaló que en el ataque contra Korisa habían muerto 87 kosovares, mientras otros 73 resultaron heridos. De ser exacto este balance, el bombardeo del jueves por la noche sería el más mortífero de todos. En total, según Belgrado, desde que estalló la guerra han muerto 1.200 civiles.

Portavoces militares asumieron ...

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La OTAN y el Pentágono reconocieron ayer por separado el bombardeo sobre el pueblo de Korisa, que causó más de un centenar de víctimas civiles, pero sugirieron que los kosovares muertos estaban siendo utilizados como escudos humanos ocultos. La agencia de prensa yugoslava Tanjug señaló que en el ataque contra Korisa habían muerto 87 kosovares, mientras otros 73 resultaron heridos. De ser exacto este balance, el bombardeo del jueves por la noche sería el más mortífero de todos. En total, según Belgrado, desde que estalló la guerra han muerto 1.200 civiles.

Portavoces militares asumieron ayer, en Bruselas y en Washington, la responsabilidad del ataque, pero aseguraron que se trataba de un campamento militar en el que habían podido divisar vehículos blindados y cañones. “Da la impresión de haber sido preparado”, explicó el portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon. “Sabemos que los civiles estaban en las colinas y que fueron colocados al lado de un edificio del que los serbios debían saber que se trataba de un objetivo”. Lo sucedido en Korisa no ha aflojado los bombardeos, que ayer fueron los más intensos sobre Kosovo desde que empezó la guerra.

El régimen de Milosevic, por su parte, ha empezado a reconocer que está sufriendo bajas y daños militares. Más de mil personas asistieron ayer al entierro público de un soldado, y empiezan a aparecer esquelas en la prensa diaria.

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