DIMISIÓN DE JOSÉ BORRELL

Guerra responsabiliza al último congreso por no dar "las soluciones adecuadas"

"Yo creo que gran parte de la responsabilidad -no toda, no toda- está en que hemos tenido un congreso que dio unas soluciones que no eran las adecuadas a los problemas", dijo ayer Alfonso Guerra refiriéndose a la dimisión de José Borrell. El ex candidato no asistió al homenaje en Vallecas a Juan Barranco, ex alcalde de Madrid, aunque su presencia se había anunciado previamente. No obstante, su sombra cubrió la reunión. Fue referencia obligada para todos: Fernando Morán, Jaime Lissavetzky, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y, sobre todo, Alfonso Guerra, que subió al escenario y arrasó."No hay que te...

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"Yo creo que gran parte de la responsabilidad -no toda, no toda- está en que hemos tenido un congreso que dio unas soluciones que no eran las adecuadas a los problemas", dijo ayer Alfonso Guerra refiriéndose a la dimisión de José Borrell. El ex candidato no asistió al homenaje en Vallecas a Juan Barranco, ex alcalde de Madrid, aunque su presencia se había anunciado previamente. No obstante, su sombra cubrió la reunión. Fue referencia obligada para todos: Fernando Morán, Jaime Lissavetzky, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y, sobre todo, Alfonso Guerra, que subió al escenario y arrasó."No hay que tener más que generosidad por lo que ha hecho Borrell. Eso es lo que me pide el corazón: respeto por la ética de su decisión. Pero la mente exige algo más". Guerra dijo estar de acuerdo con los que le habían antecedido en la palabra. "Sólo", puntualizó, "no estoy de acuerdo con algo que se ha dicho, porque yo no me siento víctima". Aludía a que Rodríguez Ibarra había colocado a Borrell en la lista de víctimas socialistas del acoso del PP.

Guerra explicó que él se había hecho dos promesas. La primera: "Nadie, ni enemigo ni próximo, podrá ponerme nunca, nunca, de rodillas por motivos políticos". Un largo aplauso le obligó a guardar silencio. Luego, siguió con la segunda: "Nada, pase lo que pase, va a conseguir que tenga un ápice de amargura en mi corazón. Todas mis heridas", enfatizó, "están cicatrizadas".

También advirtió de que nunca se pondrá una venda delante de los ojos: "Todo esto nos tiene que ayudar a reflexionar. Muchos dirigentes han creído que había que cambiar cosas y las han cambiado. Han cambiado cosas en el partido". Y se preguntó: "¿Qué resultados tenemos de ese cambio? ¿Es mejor éste o el otro partido?". Entre las soluciones equivocadas que, en su opinión, emanaron del último congreso socialista incluyó las elecciones primarias, que pusieron como candidato a alguien distinto al secretario general.

"En España, en estos momentos", dijo, "la izquierda lo tiene muy difícil. Y la derecha está buscando la fumigación de todos los dirigentes de izquierdas". En esa batalla, Guerra destacó el papel de "una parte de los medios de comunicación", "de parte de la magistratura" y también de la ayuda que a ese proyecto de la derecha da parte de la izquierda.

El dirigente socialista terminó como había empezado, con elogios a Barranco, al "hijo del albañil", a quien homenajeaba, y con referencias al momento que viven los socialistas: "Para algunos hoy es un día negativo y amargo. Depende".

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