El partido retoca la campaña para realzar los actos de Loyola de Palacio

La cúpula del PP se reunió ayer a comer en la sede nacional de la calle de Génova, en Madrid. Con Javier Arenas a la cabeza, los coordinadores nacionales y miembros del equipo ejecutivo del nuevo secretario general, el PP se planteó cómo retocar el primer plan ya esbozado de la inminente campaña electoral. Al margen de los aspectos meramente organizativos y logísticos, que el PP quiere cerrar también cuanto antes, se ocuparon de cambiar el diseño inicialmente pensado para los actos de los comicios europeos. La candidatura de la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, ha obligado a repe...

La cúpula del PP se reunió ayer a comer en la sede nacional de la calle de Génova, en Madrid. Con Javier Arenas a la cabeza, los coordinadores nacionales y miembros del equipo ejecutivo del nuevo secretario general, el PP se planteó cómo retocar el primer plan ya esbozado de la inminente campaña electoral. Al margen de los aspectos meramente organizativos y logísticos, que el PP quiere cerrar también cuanto antes, se ocuparon de cambiar el diseño inicialmente pensado para los actos de los comicios europeos. La candidatura de la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, ha obligado a repensar incluso el estilo de la campaña para realzar más su tirón.

La gran estrella del PP seguirá siendo el presidente del Gobierno, José María Aznar, que multiplicará sus intervenciones y podría protagonizar incluso uno de cada dos mitínes durante los 15 días de la campaña oficial. Pero la número uno para Europa, Loyola de Palacio, será ahora mucho más que una telonera.

La ministra, que dejará su cargo antes de este viernes, será así el plato fuerte diario de la caravana electoral del PP junto con el propio Arenas.

La campaña, para el PP, se volcará en primer lugar en el País Vasco; y luego en Asturias, único feudo gobernado en esta legislatura por los populares que aceptan a regañadientes poder perder; Canarias; Extremadura y Castilla-La Mancha. En estos tres últimos casos, tanto por sus perspectivas de mejorar en votos donde aún no han alcanzado su techo como por concentrar esfuerzos donde les falta menos para gobernar.