FÚTBOL 31ª jornada de Liga

El Extremadura frena con un buen orden táctico la racha victoriosa del Espanyol

Subir a Montjuïc para presenciar fútbol conlleva tener paciencia. El Espanyol sigue sin desplegar en casa el juego efectivo y con goles que consigue en fuedo ajeno. Tuvo ayer la oportunidad de sumar su cuarta victoria consecutiva, la quinta en su estadio en la temporada, y brindar un poco de espectáculo a su afición. No pudo. Estuvo voluntarioso, pero el Extremadura se llevó un punto. El partido salió soporífero. El Extremadura acudió a Montjuïc en plan conservador. La lucha por la permanencia del conjunto extremeño no invitaba a virtuosismos arriesgados. A falta de imaginación, apareció u...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Subir a Montjuïc para presenciar fútbol conlleva tener paciencia. El Espanyol sigue sin desplegar en casa el juego efectivo y con goles que consigue en fuedo ajeno. Tuvo ayer la oportunidad de sumar su cuarta victoria consecutiva, la quinta en su estadio en la temporada, y brindar un poco de espectáculo a su afición. No pudo. Estuvo voluntarioso, pero el Extremadura se llevó un punto. El partido salió soporífero. El Extremadura acudió a Montjuïc en plan conservador. La lucha por la permanencia del conjunto extremeño no invitaba a virtuosismos arriesgados. A falta de imaginación, apareció un juego compacto, intimidador, más propio de un grupo disciplinado que de un colectivo fantasioso. El Espanyol, por contra, tenía una asignatura pendiente con su afición. Asegurada la categoría, Montjuïc necesitaba un mínimo de espectáculo de su equipo. Fue paciente el equipo blanquiazul en su intento de entrar en la cerrada y ordenada zaga extremeña, pero careció de esa chispa, descaro y atrevimiento que habitualmente muestra cuando visita los campos ajenos.

ESPANYOL 0

EXTREMADURA 0Espanyol: Toni; Nando, Iván Helguera, Capdevila; Brnovic (De Lucas, m. 45), Sergio, Galca, Arteaga; Martín Posse (Benítez, m.45), Darío Silva y Tamudo (Quique Martín, m.70). Extremadura: Gaspercic; Óscar, Félix, Juanito (Manuel, m.75), Kalla, David; Pedro José, Belenguer, Toni Velamazán, Soto (Poli, m.74); y Ouattara (Gabrich, m.51). Árbitro: José María García Aranda, del colegio madrileño. Un total de 17.400 espectadores en Montjuïc. Xavi Moya, que este año se proclamó campeón del mundo de boxing-box en Barcelona, hizo el saque de honor. El presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, hizo oficial la renovación del contrato del técnico argentino, Miguel Ángel Brindisi, por una temporada.

Miguel Ángel Brindisi fue valiente. Apostó por una alineación ofensiva, con Posse, Silva y Tamudo en la punta de ataque. Puso a Sergio y Galca como pivotes en medio campo y como escuderos en las bandas a Brnovic y Arteaga. Cuatro centrocampistas con llegada a gol. La intención era marcar pronto para obligar al Extremadura a dejar espacios. En la recámara, de fructificar la idea, el técnico blanquiazul guardó a los veloces Benítez, Quique Martín y De Lucas.

Extremadura replicó fabricando una complicada tela de araña que impedía a los blanquiazules penetrar en su terreno. No sólo el Espanyol jugó desconcertado, sino que tuvo problemas para controlar el balón. El Extremadura estuvo mejor situado sobre el campo, con Belenguer como conductor, y en la zaga, cinco hombres, con Kalla, una torre de 1,90, Félix y el veterano Juanito, como centrales, ganando todas las acciones a los delanteros, con mucha menor altura, como son Posse y Tamudo. Sólo la picardía de Silva parecía poder batir a Gaspercic.

El orden táctico del Extremadura se mantuvo durante todo el partido. La zaga forastera pudo siempre con los intentos ofensivos del Espanyol, que no supo reaccionar ni con los cambios.

Archivado En