HB quiere romper su incomunicación con los partidos no nacionalistas

Herri Batasuna (HB) y su marca electoral y parlamentaria, Euskal Herritarrok (EH), piensan que su incomunicación con los partidos no nacionalistas, fundamentalmente con el PP, el PSOE y la Unión del Pueblo Navarro (UPN), está lastrando el avance del proceso de pacificación, por lo que quieren romperla. En ese convencimiento, recuerdan, los firmantes del Pacto de Lizarra solicitaron encuentros a las direcciones de esas formaciones y a la de Unidad Alavesa.

Según la reflexión de los radicales, los perjuicios alcanzan incluso a las posibilidades de que el lehendakari, Juan José Ibarret...

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Herri Batasuna (HB) y su marca electoral y parlamentaria, Euskal Herritarrok (EH), piensan que su incomunicación con los partidos no nacionalistas, fundamentalmente con el PP, el PSOE y la Unión del Pueblo Navarro (UPN), está lastrando el avance del proceso de pacificación, por lo que quieren romperla. En ese convencimiento, recuerdan, los firmantes del Pacto de Lizarra solicitaron encuentros a las direcciones de esas formaciones y a la de Unidad Alavesa.

Según la reflexión de los radicales, los perjuicios alcanzan incluso a las posibilidades de que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, logre sacar adelante el nuevo foro en el que espera sentar a todo el espectro político vasco para superar la Mesa de Ajuria Enea, a la que no acudía HB, y el mencionado Pacto de Lizarra, en el que no están los populares, los socialistas y los foralistas.

El establecimiento de relaciones y de un diálogo previo entre su grupo y los no nacionalistas es un paso imprescindible para que sea posible el foro que quiere constituir José Ibarretxe, indican fuentes de la coalición radical. "Es muy difícil llegar a una mesa si no hay una comunicación anterior de todos con todos y entre esos partidos y nosotros no existe ni siquiera un mínimo conocimiento", resaltan. En los pasillos del Parlamento de Vitoria se niegan no sólo el saludo, sino hasta la mirada.

Los de los últimos días son los primeros conatos de aproximación entre los dos bloques en que se dividió el abanico político vasco tras la firma del acuerdo de Lizarra y la durísima campaña electoral autonómica.

La coartada socialista

Junto al cambio de tono y la moderación de sus condiciones puestos de manifiesto por el presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, en su entrevista con el lehendakari está la llamada a su propia ronda de contactos realizada por el secretario general del PSE, Nicolás Redondo, que se cruzará con la de Ibarretxe. La iniciativa de verse con todos los partidos es la coartada para encontrarse con HB. "Queremos saber qué piensa HB", reconoció el lunes, sin ambages, el portavoz parlamentario socialista, Fernando Buesa. "Queremos convivir políticamente con HB si abandona la violencia", avanzó un paso más el secretario de Política Autonómica de la ejecutiva federal del PSOE, Ramón Jáuregui.

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El convencimiento de que la tregua de ETA seguirá y de que la kale borroka (lucha callejera) toca a su fin, unido al deseo de todos los partidos de escapar a las acusaciones de "inmovilismo" que intercambian los dos bloques, les ha aconsejado moverse. O, al menos, dotarse de una apariencia de movimiento.

Los abertzales radicales acudirán a la llamada de Redondo, igual que lo harán, según han anunciado, el PNV y EA. Un primer contacto entre la dirección del PSE y la de HB se produjo tras las elecciones autonómicas, pero la continuación de los atentados y las amenazas frustró cualquier continuidad en los encuentros.

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