Abuso

El domingo 11 de abril me decidí por ver la película Condenada sin ley, emitida por TVE-1. Hora exacta de comienzo: 21.42; duración de la película, 92 minutos; hora de finalización de la misma, 23.47, es decir, 125 minutos después de haber empezado. ¿Razón? Los más de 30 minutos (!) de publicidad con que nos obsequiaron durante el transcurso del filme, repartidos de la siguiente forma: primera interrupción, de las 21.48 a las 21.58 (10 minutos), durante los que fueron emitidos 15 spots; segunda interrupción, de las 22.30 a las 22.45 (15 minutos), con un total de 33 anuncios; terc...

El domingo 11 de abril me decidí por ver la película Condenada sin ley, emitida por TVE-1. Hora exacta de comienzo: 21.42; duración de la película, 92 minutos; hora de finalización de la misma, 23.47, es decir, 125 minutos después de haber empezado. ¿Razón? Los más de 30 minutos (!) de publicidad con que nos obsequiaron durante el transcurso del filme, repartidos de la siguiente forma: primera interrupción, de las 21.48 a las 21.58 (10 minutos), durante los que fueron emitidos 15 spots; segunda interrupción, de las 22.30 a las 22.45 (15 minutos), con un total de 33 anuncios; tercera interrupción, de las 23.10 a las 23.19 (9 minutos más de insufribles spots, en número, esta vez, de 21). Creo que los hechos hablan por sí mismos, y, a pesar de ha-berse comentado ya reiteradas veces en distintos medios de comunicación, no estará de más insistir, con cifras concretas, en algo que a menudo llega a alcanzar cotas verdaderamente intolerables, abusivas y hasta vergonzosas.-