GOLF Masters de Augusta

Sergio, maestro 'amateur'

El fenómeno, de 19 años, logró terminar como el mejor aficionado

El afán competitivo de Sergio García no ha parado hasta el último día. Hasta que no ha conseguido un titular tangible, el fenómeno de Castellón, de 19 años, no ha cesado de porfiar. Despedido en la primera vuelta el ideal de quedar entre los ocho primeros, y en la segunda y en la tercera jornadas, el sueño de un puesto entre los 16 primeros (lo que le otorgaría una invitación para el Masters de Augusta del año 2000), el jugador español de golf que marcará las primeras décadas del siglo XXI se propuso dos objetivos para la jornada del domingo, aquella en la que el campo ofrece sus condiciones m...

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El afán competitivo de Sergio García no ha parado hasta el último día. Hasta que no ha conseguido un titular tangible, el fenómeno de Castellón, de 19 años, no ha cesado de porfiar. Despedido en la primera vuelta el ideal de quedar entre los ocho primeros, y en la segunda y en la tercera jornadas, el sueño de un puesto entre los 16 primeros (lo que le otorgaría una invitación para el Masters de Augusta del año 2000), el jugador español de golf que marcará las primeras décadas del siglo XXI se propuso dos objetivos para la jornada del domingo, aquella en la que el campo ofrece sus condiciones más difíciles. Y ambos los consiguió.Sergio quería saber lo que era hacer bajo para en los pares 5 (hasta ahora llevaba un total de +3 en esos cuatro hoyos) y lo hizo en tres de ellos. Quería terminar como mejor amateur del torneo (empezó el día tercero, a un golpe de Matt Kuchar, el mejor no profesional de 1998, y a dos de Tom McKnight, el veterano de 43 años que le derrotó en semifinales del US Amateur), y lo consiguió.

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Tenía todo preparado desde la mañana. Su amigo y mentor José Marquina se encargó de telefonear a la sala de prensa para conocer en cada momento la cantidad de golpes de sus rivales e informar a Sergio, quien con esa información en la cabeza decidió cómo afrontar cada hoyo. Logró presionar tanto a Kuchar y McKnight que ambos acabaron despendolados.

El jovencito terminó el día con 78 golpes (+6, triple bogey en el 13 incluido), para un total en el torneo de 299 (+11). McKnight no se salvó de un par de dobles bogeys para llegar a 77 golpes (+5; 297, +9, en el torneo). Sergio acabó muy satisfecho de su +1 (+7 en el total), un tanteo que le permitió participar activamente en la ceremonia de premios, junto a Olazábal, en el que será un día memorable para el golf español. García, que pronto informará su paso al profesionalismo, aprovechó para anunciar días aún mejores en perfecto inglés: "Esta ha sido la mejor experiencia de mi vida deportiva y creo que en el futuro estaré bastante arriba en este torneo".

Agradeció con un discursillo el honor que se le hacía y tomó con ganas la copa de plata que el Augusta National Golf Club ofrece al mejor

amateur. Si hubiera sido profesional, habría recibido 14.000 dólares (unos dos millones de pesetas) de premio por su puesto.

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