Otro adiós prematuro de Ballesteros
No llegó precedido de los mejores augurios Severiano Ballesteros a su 23º Masters. Tampoco su juego hizo mucho para desmentir a quienes, basándose en su deprimente temporada (ningún corte pasado en tres intentos en el circuito europeo y dos en el estadounidense, con una media de 75,8 golpes por ronda), pronosticaron un paso rápido por el Augusta National Club. Y así fue. Ayer dijo adiós.El jueves, la primera ronda de Severiano con 78 golpes (+6, con dos dobles bogeys, cinco bogeys y tres birdies) añadió peso a los argumentos de los pesimistas. Ayer los repitió, el día de su 42 cu...
No llegó precedido de los mejores augurios Severiano Ballesteros a su 23º Masters. Tampoco su juego hizo mucho para desmentir a quienes, basándose en su deprimente temporada (ningún corte pasado en tres intentos en el circuito europeo y dos en el estadounidense, con una media de 75,8 golpes por ronda), pronosticaron un paso rápido por el Augusta National Club. Y así fue. Ayer dijo adiós.El jueves, la primera ronda de Severiano con 78 golpes (+6, con dos dobles bogeys, cinco bogeys y tres birdies) añadió peso a los argumentos de los pesimistas. Ayer los repitió, el día de su 42 cumpleaños, y después de luchar hasta la extenuación para no caer en el abismo de los 80. Aparte de certificar lo que todo el mundo suponía, da pie ya para preguntarse si es el momento definitivo de hablar de Severiano Ballesteros como un gran jugador de golf que fue. ¿Es ya historia el mejor jugador español de la historia?
El corte sufrido ayer es el tercero consecutivo en el Masters, el torneo que junto al Open Británico más ha forjado la leyenda de cántabro en los triunfantes años 80. Fue, en 1980 el primer europeo y el jugador más joven (23 años recién cumplidos) que vistió la chaqueta verde de Augusta. Y repitió en 1983 y en 1985 y 1987, fue segundo. Marcó una época. Ahora está marcando otra.