"Las condiciones de trabajo del Auditori son una catástrofe", según el pianista Christian Zacharias
El funcionamiento del Auditori de Barcelona sigue provocando conflictos que empañan el resultado artístico de los conciertos que programa. Con la sala sinfónica fuera de servicio a causa del montaje escénico de los recitales de Joan Manuel Serrat, el pianista alemán Christian Zacharias no pudo comprobar ayer las condiciones acústicas de un escenario en el que esta noche actúa con la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC). Encima, el ensayo en la sala polivalente casi le dejó fuera de combate a causa del polvo y el olor a barniz recién pintado. "Trabajar en estas condici...
El funcionamiento del Auditori de Barcelona sigue provocando conflictos que empañan el resultado artístico de los conciertos que programa. Con la sala sinfónica fuera de servicio a causa del montaje escénico de los recitales de Joan Manuel Serrat, el pianista alemán Christian Zacharias no pudo comprobar ayer las condiciones acústicas de un escenario en el que esta noche actúa con la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC). Encima, el ensayo en la sala polivalente casi le dejó fuera de combate a causa del polvo y el olor a barniz recién pintado. "Trabajar en estas condiciones es una catástrofe, pero somos profesionales e intentaremos que salga lo mejor posible", aseguró Zacharias con gesto resignado. Zacharias suavizó ayer sus fuertes críticas con una exquisita cordialidad, pero sin ocultar su decepción por tal cúmulo de desgracias. "Mañana [hoy para el lector] tendremos el primer ensayo en la sala sinfónica y tenemos que actuar esa misma noche". "La próxima vez tendré que poner en el contrato que los ensayos tienen que celebrarse en la sala en la que tengo que actuar". La integral de los conciertos para piano y orquesta de Beethoven -apuesta estelar de la temporada de la OBC en su nueva sede- no ha nacido precisamente con los hados de la fortuna de su parte. Zacharías debía actuar sólo como solista, dirigido por Lawrence Foster, pero una fuerte contusión en el brazo impide al titular del conjunto sinfónico barcelonés empuñar la batuta. En su lugar, el pianista alemán asumirá el reto de tocar y dirigir el emblemático ciclo beethoveniano.