Censo a golpe de talonario

Torrevieja intenta llegar a los 50.000 habitantes con multiples ayudas a quienes se empadronen en la localidad

"Torrevieja está de moda". Pedro Ángel Hernández Mateo, alcalde de la localidad por el PP, lanza la frase, orgulloso, a los cuatro vientos cada vez que recuerda el crecimiento demográfico de la ciudad turística del sur de Alicante, hoy una metrópolis que acoge a gentes llegadas de toda España e inmigrantes de casi todos los países europeos. Para los miles de personas que se han empadronado en Torrevieja durante los últimos ocho años quedan lejos las estancias de 15 días para disfrutar de las playas a las que estaban acostumbrados.El consistorio torrevejense se empeñó hace tiempo en equiparar l...

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"Torrevieja está de moda". Pedro Ángel Hernández Mateo, alcalde de la localidad por el PP, lanza la frase, orgulloso, a los cuatro vientos cada vez que recuerda el crecimiento demográfico de la ciudad turística del sur de Alicante, hoy una metrópolis que acoge a gentes llegadas de toda España e inmigrantes de casi todos los países europeos. Para los miles de personas que se han empadronado en Torrevieja durante los últimos ocho años quedan lejos las estancias de 15 días para disfrutar de las playas a las que estaban acostumbrados.El consistorio torrevejense se empeñó hace tiempo en equiparar la población de hecho con la de derecho, imprescindible para un municipio turístico por las compensaciones que el padrón reporta en la distribución del Fondo Nacional de Cooperación, estrictamente ligado a la población de derecho. Las autoridades locales entendieron que la mejor forma de conseguirlo era lanzar campañas de impacto que reportaran algún beneficio a los que se inscribieran en el padrón municipal y, de acuerdo a los resultados, la iniciativa se ha confesado bastante exitosa.

De los 25.000 habitantes censados en 1991, Torrevieja ha pasado a contabilizar 45.000 personas, con uno de los crecimientos más espectaculares registrados en España: nada menos que el 80% en ocho años. Si el ritmo actual se mantiene, podría hacerse realidad el objetivo de Hernández Mateo: llegar a los 50.000 habitantes a finales de este mismo año, aunque se sabe que en la ciudad nunca conviven menos de 100.000 personas, lo que descompensa presupuestos, esfuerzos y servicios.

Puede que Torrevieja esté de moda, como dice su alcalde, pero no es menos cierto que los incentivos han colaborado lo suyo. La última iniciativa, anunciada ya a bombo y platillo, consiste en facilitar a partir de este mes transporte público gratuito a cuantos dispongan de la tarjeta de empadronamiento. Con la medida, pionera en España, se persigue convencer a los 5.000 habitantes que restan para alcanzar un censo de 50.000 personas. De paso, se potencia la utilización del transporte colectivo, para descongestionar el tráfico y colaborar con la mejora del medio ambiente. Tres pájaros de un tiro, y sin demasiado esfuerzo inversor, que en su mayor parte se recuperará si el censo aumenta y, con él, las aportaciones de las arcas del Estado a la localidad.

Hace unos años, el Ayuntamiento estableció otras ayudas, igualmente curiosas. Por ejemplo, todos los estudiantes universitarios empadronados acceden a becas municipales para hacer frente a la matrícula, y los más estudiosos optan a una serie de premios seguros. Así, una calificación al final de curso de notable se cotiza en la institución a 2.000 pesetas. Por cada sobresaliente obtenido, el estudiante recibe 4.000 pesetas, y por cada matrícula de honor certificada el premio asciende a 8.000 pesetas. Por si fuera poco, si el universitario consigue acabar su carrera sin haber registrado un solo suspenso, recibe un cheque de 250.000 pesetas.

Los integrantes de la tercera edad no escapan a las ayudas. Todos los jubilados y pensionistas de la ciudad están exentos de pagar las tasas municipales de recogida de basura y agua potable, y al final de año, coincidiendo con las fiestas navideñas, reciben un talón por importe de 30.000 pesetas. Ellos llaman a ese ingreso la paga municipal.

¿Qué usted es joven y quiere casarse? Pues nada mejor que hacerlo en Torrevieja. Con la única condición de que la pareja esté empadronada, el Ayuntamiento le entrega un cheque de medio millón de pesetas, que debe destinar a la adquisición de su vivienda. Una ayuda que nunca viene mal para empezar la vida en común.

Si ese joven matrimonio, imbuido por las ventajas que se le ofrecen, decide tener descendencia, en el momento de alcanzar la edad de ser escolarizado, su retoño también tiene derecho a ayudas. Torrevieja, en estos casos, ofrece transporte escolar gratuito. ¿Requisitos? Sólo uno e inalterable: engordar la lista del censo.

En definitiva: subvenciones por casi todo y para casi todos. Aun así, el alcalde de Torrevieja no está plenamente contento. "La estadística oficial no refleja en absoluto la realidad", insiste el alcalde, "y tendremos que seguir en lucha hasta conseguir que las cifras se aproximen".

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