"Hay un resurgir del teatro en Madrid, el futuro es bueno"

A pesar de sus raíces italo-irlandesas, David Ottone (Madrid, 1966) se considera totalmente madrileño. Su pasión y su vida es el teatro y, además de dirigir al grupo Yllana, gestiona desde hace dos años el teatro Alfil. Él es uno de los responsables de que actúen en nuestra ciudad artistas como Leo Bassi o Yango Edwards. Ahora, David Ottone acaba de estrenar 666, la tercera obra de humor y sin palabras del grupo Yllana. Este director teatral, que se confiesa autodidacto y que estudió cine en Londres y en Bournemouth, montó Yllana hace ocho años "con amigos que nos conocimos en la Facult...

A pesar de sus raíces italo-irlandesas, David Ottone (Madrid, 1966) se considera totalmente madrileño. Su pasión y su vida es el teatro y, además de dirigir al grupo Yllana, gestiona desde hace dos años el teatro Alfil. Él es uno de los responsables de que actúen en nuestra ciudad artistas como Leo Bassi o Yango Edwards. Ahora, David Ottone acaba de estrenar 666, la tercera obra de humor y sin palabras del grupo Yllana. Este director teatral, que se confiesa autodidacto y que estudió cine en Londres y en Bournemouth, montó Yllana hace ocho años "con amigos que nos conocimos en la Facultad de Periodismo de la Complutense", y con sus montajes han estado en más de veinte países actuando. "Ahora, nuestro objetivo es ir a Estados Unidos", afirma el líder del grupo, a quien más de uno lo considera el verdadero continuador de El Tricicle.Pregunta. ¿En qué consiste exactamente su trabajo en Yllana?

Respuesta. Soy su director artístico. Dirijo sus espectáculos y las otras creaciones de Yllana. Ahora, por ejemplo, estamos trabajando en un proyecto de 50 sketches para televisión (de un minuto cada uno y sin palabras) con el productor Fernando Navarrete.

P. ¿Cómo defines el humor de Yllana?

R. Es un humor sin palabras y con mucha energía. Además, es absurdo, disparatado, e incluso duro.

P. ¿Cómo es el público madrileño?

R. Es receptivo, como casi todo el público que ve nuestros espectáculos. Lo que echo en falta en Madrid es que al público no se le da una buena oferta cultural. Esta ciudad tiene poca variedad y es poco cosmopolita culturalmente comparándola, por ejemplo, con Londres.

P. ¿Qué opina de la situación de las salas de teatro madrileñas?

R. En Madrid hay pocas salas que ofrezcan montajes de teatro alternativo. De todas formas, hay gente joven ahora aquí, que se está arriesgando y está haciendo obras independientes y novedosas. Hay un resurgir y creo que el futuro del teatro en Madrid es bueno.

P. ¿Qué referentes tiene en su mente al crear un sketch?

R. Nuestros trabajos siempre son colectivos, y a la hora de crear lo hacemos todos los miembros de la compañía (que somos ocho). Todos nosotros tenemos como referentes a los maestros del cine mudo como Charles Chaplin o Buster Keaton.

P. Para quien no la haya visto, resúmanos la obra 666.

R. Es una obra de humor negro sobre cuatro presos que van a ser ejecutados. Tiene mucha sangre y mucha risa. Además, en la cola de la taquilla veo a un público muy joven (desde los 15 años), y para mí, ver a gente joven acudiendo es muy gratificante.

666. Hasta finales de marzo, en el teatro Alfil (calle del Pez, 10).