FÚTBOL: 22ª jornada de Liga

El Calderón pide la vuelta de Antic

Todo el Calderón cantó "¡Radomir, te quiero!", en encendido homenaje al ex técnico rojiblanco. También cantaron los nombres de los jugadores Simeone, Caminero... Fue un desfile de personajes del pasado evocados por una afición desconcertada con el presente. Las gradas se fueron pelando en señal de protesta. El público rojiblanco, uno de los más leales de España, no soportó más el juego anodino de su equipo, ni sus malos resultados: fue la cuarta derrota consecutiva del Atlético. El Calderón rugió contra los jugadores, contra su presidencia, contra el técnico. Sobre todo contra el técnico Arrig...

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Todo el Calderón cantó "¡Radomir, te quiero!", en encendido homenaje al ex técnico rojiblanco. También cantaron los nombres de los jugadores Simeone, Caminero... Fue un desfile de personajes del pasado evocados por una afición desconcertada con el presente. Las gradas se fueron pelando en señal de protesta. El público rojiblanco, uno de los más leales de España, no soportó más el juego anodino de su equipo, ni sus malos resultados: fue la cuarta derrota consecutiva del Atlético. El Calderón rugió contra los jugadores, contra su presidencia, contra el técnico. Sobre todo contra el técnico Arrigo Sacchi. Las gradas se convirtieron en una lanzadera de insultos a discreción. La consecuencia fue directa: el periplo de Sacchi en el Atlético, desde ayer, amenaza con interrumpirse abruptamente. "Tenemos un problema", dijo el presidente Jesús Gil a la SER, "nunca la afición del Atlético se ha comportado de esta manera". El dueño del club habló desde Marbella, en contacto telefónico con su hijo y director general del club, Miguel Ángel, que se reunió con Sacchi en el Calderón.

El técnico, su segundo Pietro Carmeggiani, y el preparador físico Vincenzo Pincolini, se entrevistaron con Miguel Ángel Gil al término del partido, durante dos horas, y abandonaron el estadio en silencio. La jornada fue durísima. Vivieron el final del partido acosados por unos cincuenta aficionados que los cubrieron de insultos apostados tras el banquillo. "¡Fuera, fuera, fuera...!", los gritos martillaron al cuerpo técnico. Un aficionado lanzó una almohadilla al entrenador. Otro profirió una exclamación ahogada: "¡Nos estáis echando del fútbol!".

Sacchi, sin palabras

Sacchi se quedó sin palabras. Compareció lívido en la sala de prensa. Fue breve: "El público tiene razón. Hemos jugado mal, inseguros, intranquilos, con miedo". Furtivamente agregó que había que recuperar la fe en su sistema. Luego se levantó, y se fue pidiendo disculpas: "Pido perdón, pero no tengo nada más que decir". Lo esperaba Miguel Ángel Gil en su despacho.El Frente Atlético, el núcleo radical de aficionados, abandonó el fondo sur nada más comenzar el partido. Protestaron porque la policía les prohibió colgar pancartas, y, antes del encuentro, requisó su depósito en busca de simbología nazi -Antiviolencia acaba de imponer al Atlético una multa de 1.250.000 pesetas por la aparición de esta parafernalia durante el partido contra la Real-. "Nos vamos porque estamos hasta los cojones de los rapados", decía uno de los emigrantes. Un chaval que lo acompañaba dejó un mensaje a los jugadores: "¡A ver si os enteráis que esto es fútbol, no baloncesto!". Luego, todos coincidieron: "¡Radomir, te queremos!".

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