FÚTBOL 21ªJORNADA DE LIGA

La bronca contenida estalló en el último minuto

El divorcio del Bernabéu se oficializó ayer. Un fallo de Fernando Sanz propició el empate del Valladolid a tres minutos del final y desató las iras de la afición. Los pañuelos aparecieron, también los gritos de protesta. Cinco minutos después, en el tiempo añadido, Raúl marcó el tercer gol y sentenció el encuentro. Raúl no dejó que ninguno de sus compañeros le abrazase y corrió por el campo en busca de Fernando Sanz para dedicarle el gol. Sanz, al darse cuenta de ese gesto de compañerismo, estalló en lágrimas, con Guti como testigo. A su lado, Iván Campo y Panucci optaron por contestar a l...

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El divorcio del Bernabéu se oficializó ayer. Un fallo de Fernando Sanz propició el empate del Valladolid a tres minutos del final y desató las iras de la afición. Los pañuelos aparecieron, también los gritos de protesta. Cinco minutos después, en el tiempo añadido, Raúl marcó el tercer gol y sentenció el encuentro. Raúl no dejó que ninguno de sus compañeros le abrazase y corrió por el campo en busca de Fernando Sanz para dedicarle el gol. Sanz, al darse cuenta de ese gesto de compañerismo, estalló en lágrimas, con Guti como testigo. A su lado, Iván Campo y Panucci optaron por contestar a la grada. Campo se llevó la mano a la cara y dibujó una cremallera sobre sus labios, y Panucci pidió con los brazos más apoyo de las gradas. El público había contenido hasta ese momento su enfado, que sólo mostró con los fallos de Panucci (marcajes a distancia), Iván Campo (pases erróneos, la falta que dio lugar al primer gol del Valladolid) o Fernando Sanz (dejó pasar inocentemente el balón que supuso la igualada). Pero los gestos de Panucci y Campo hicieron estallar al público, a pesar de la victoria. Guus Hiddink, único portavoz del equipo mientras los jugadores se mantienen en silencio, pasó de puntillas por este asunto. "Ha sido la manera que el equipo ha tenido de pedir a la afición que les apoye en los momentos más difíciles". Hiddink no quiso extenderse en más explicaciones sobre sus jugadores. "Lo mejor es que hemos sumado tres puntos, porque la verdad ha sido un partido muy raro". También fue raro el partido para las estadísticas. El Madrid ya sabe lo que es ganar sin Hierro, y Raúl marcó por vez primera tres goles en partido de Liga. Y se convierte, con 13 tantos, en el máximo anotador del campeonato. Además, logró otro récord: a los 21 años lució desde el inicio el brazalete de capitán.

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