FÚTBOL. OCTAVOS DE FINAL DE LA COPA DEL REY

El Turu vuelve a rematar al Celta

Un gol de argentino en el minuto final derrota a los vigueses, que terminaron con nueve

El triple duelo gallego culminó a lo grande, con un partido que no fue nada del otro mundo en el aspecto estrictamente futbolístico, pero que tuvo todos los ingredientes de las noches apasionantes que suelen deparar los torneos eliminatorios. Fue un partido muy disputado, lleno de incertidumbre y en el que lo imprevisto irrumpió de la forma más estruendosa: el Celta logró igualar la eliminatoria a once minutos del final, justo cuando parecía acabado tras la expulsión de Makelele. Tanto gusto le cogieron a su pulso Deportivo y Celta que decidieron estirarlo con media hora de prórroga. El final ...

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El triple duelo gallego culminó a lo grande, con un partido que no fue nada del otro mundo en el aspecto estrictamente futbolístico, pero que tuvo todos los ingredientes de las noches apasionantes que suelen deparar los torneos eliminatorios. Fue un partido muy disputado, lleno de incertidumbre y en el que lo imprevisto irrumpió de la forma más estruendosa: el Celta logró igualar la eliminatoria a once minutos del final, justo cuando parecía acabado tras la expulsión de Makelele. Tanto gusto le cogieron a su pulso Deportivo y Celta que decidieron estirarlo con media hora de prórroga. El final se prestó a los adjetivos épicos, ya que los vigueses se quedaron con nueve hombres cuando restaban cuatro minutos. Con los penaltis a punto de caer, apareció Fran y le brindó el gol a Turu Flores, el futbolista que ha machacado al Celta en los tres duelos de las dos últimas semanas. El guión cambió sustancialmente en el tercer duelo gallego. Sobre todo, porque el Celta pareció extraer lecciones de sus dos derrotas anteriores y, pese a su desventaja del partido de ida, salió más cauto que nunca. Cauto en la práctica, porque en teoría Víctor Fernández había dibujado una alineación de claro perfil ofensivo (un 3-4-1-2). Pero por encima de los sistemas está la actitud del equipo, y Celta encaró la noche con la clara intención de no obsesionarse por marcar pronto y de no arriesgar en el manejo de la pelota.

Deportivo 1 - Celta 1

Deportivo: Songo"o; Scaloni, Naybet, Schurrer, Bonnissel (Romero m. 69); Hadji, Flavio, Mauro Silva, Fran; Djalminha (Ziani m. 81) y Pauleta (Turu Flores m. 61).Celta: Dutruel; Oskar Vales (Jordi Cruyff m. 66), Djorovic, Cáceres; Míchel Salgado, Karpin, Makelele, Tomás; Mostovoi; Sánchez (Josema m. 93) y Revivo ( Penev m. 46). Goles: 0-1. M. 79. Cáceres cabecea a la salida de un córner tras varios rechaces. 1-1. M. 119. Turu Flores culmina una gran jugada de Fran. Arbitro: Prados García. Expulsó a Makelele (m.73) y Cáceres (m. 116) por doble amonestación y mostró tarjetas amarillas a Djalminha, Revivo, Flavio, Djorovic, Songo"o, Tomás, Karpin, Cáceres, Jordi Cruyff. El Deportivo pasa a los cuartos de final tras haber ganado (0-1) en Balaídos. Unos 25.000 espectadores en Riazor.

Nada se puede objetar a la remodelación táctica de Víctor, concebida con un propósito claro y razonable. Pero el equipo pareció un tanto incómodo con el nuevo traje y sufrió algunos problemas. Las bandas quedaron a cargo de Míchel Salgado y Tomás, dos futbolistas acostumbrados a arrancar desde atrás, con lo que el Celta perdió parte de su capacidad de penetración por los costados. Los tres centrales -y eso probablemente tuvo más que ver con su estado anímico que con el dibujo táctico- tardaron en asentarse y durante muchos minutos transmitieron una preocupante sensación de inseguridad. Y, por encima de todas las cosas, el Celta echó mucho de menos a Mazinho.

El Deportivo pareció asumir con complacencia la propuesta del Celta. Sólidamente armado en el centro y la defensa, estuvo siempre muy atento para cerrar el paso al rival e intentar el contragolpe. Como suele ocurrir en esta clase de partidos tan equilibrados, la cuerda sólo se rompió ocasionalmente con golpes de genio. Es decir, de Mostovoi y de Fran. El ruso participó mucho en la elaboración y, aunque le faltó espacio en los metros finales, todas sus intervenciones crearon problemas a la defensa local. Fran intervino menos, pero con mayor peligro.

La reanudación se destapó con mayor presencia en las áreas. Pauleta disparó cerca del palo y a continuación el Celta coqueteó por tres veces con el gol. El partido regresó muy pronto al centro del campo y de allí no se movió hasta que el Celta pareció herido de muerte con la expulsión de Makelele. Pero entonces el fútbol mostró su veta más imprevisible. El Celta reaccionó a su inferioridad numérica y en un córner Cáceres conectó un cabezazo que forzó la prórroga. En el tiempo suplementario, el Celta parecía aguantar con dignidad, hasta que Cáceres también fue expulsado y los de Víctor ya no pudieron más.

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