Entrevista:

ELADIO MATEOS PERIODISTA "Rafael Alberti siempre ha sido un poeta de combate"

El periodista Eladio Mateos (San Fernando, 1962) ha rescatado uno de los textos más polémicos de Rafael Alberti: su obra Auto de fe (Dividido en un gargajo y cuatro cazcarrias), de 1929, en la que arremete contra la intelectualidad de los años treinta, encabezada por José Ortega y Gasset y el círculo de Revista de Occidente. El manuscrito se reproduce en el libro Correspondencia de Rafael Alberti a José María de Cossío, de Pre-Textos, en una edición de Mateos y Rafael Gómez de Tudanca. El Auto de fe es una bofetada al mundo cultural de entonces. "Es que Alberti", dice Mateos "siempre ha sido ...

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El periodista Eladio Mateos (San Fernando, 1962) ha rescatado uno de los textos más polémicos de Rafael Alberti: su obra Auto de fe (Dividido en un gargajo y cuatro cazcarrias), de 1929, en la que arremete contra la intelectualidad de los años treinta, encabezada por José Ortega y Gasset y el círculo de Revista de Occidente. El manuscrito se reproduce en el libro Correspondencia de Rafael Alberti a José María de Cossío, de Pre-Textos, en una edición de Mateos y Rafael Gómez de Tudanca. El Auto de fe es una bofetada al mundo cultural de entonces. "Es que Alberti", dice Mateos "siempre ha sido un poeta de combate". Pregunta. ¿Cómo surgió la posibilidad de publicar esta obra, totalmente olvidada? Respuesta. Viene de antiguo. Yo hice mi tesina sobre el surrealismo en Alberti y descubrí que tenía una texto inédito, una comedia, en la residencia de José María de Cossío, en la Casona de Tudanca (Cantabria). Cuando hablé con los responsables de su archivo y les pregunté que por qué no la publicaban, me dijeron que se trataba de algo muy agresivo, que atentaba directamente contra Ortega y Gasset. P. Pero parecía de interés... R. Sí. En 1986 logré que Alberti me diera permiso para obtener una copia. Hice un estudio sobre la obra que publiqué en una revista de Granada. Cuando Rafael Gómez de Tudanca lo leyó se mostró interesado en publicarlo junto a la correspondencia a Cossío. P. La obra arremete con furia contra la Revista de Occidente que apoyaba a la Generación del 27... R. Alberti tuvo una actitud agresiva hacia la revista, pero no fue el único. Juan Ramón la llamaba la Revista de Desoriente, aunque, desde luego, Alberti era el beligerante. Siempre ha sido un poeta de combate. P. ¿A qué se debió aquello? R. Para él, romper con todo era una forma de ser artista. A Alberti no le interesaba ser un artista deshumanizado, sino muy comprometido con su tiempo. Una vez pasado el centenario de Góngora, él se introdujo en el surrealismo y rompió con lo anterior. Empezó a utilizar un lenguaje violento y escatológico. P. ¿Le dio el poeta importancia a su Auto de fe? R. No. La tomó como lo que era: una obrita para leer durante un banquete y con la que pretendía escandalizar a la intelectualidad. Luego se olvidó de ella. Alberti siempre pensaba que el teatro se debe a su momento histórico, al tiempo en que se escribe. Esa obra era puro teatro de urgencia. P. Hoy a Gasset se le considera con bastante respeto. ¿Qué pasó entonces? R. Gasset era el cerebro intelectual del país. Ridiculizarlo en una obra hasta el punto de hacer que un loro soltara sus excrementos sobre su cabeza, como hace Alberti, era un acto de rebeldía.

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