Detenidos dos gemelos sevillanos que copiaron decenas de miles de compactos

Un par de hermanos gemelos tenían montado una verdadera fábrica de compactos musicales y de juegos de videoconsola piratas en un local de su propiedad en el sevillano barrio de Nervión. Según las primeras estimaciones realizadas por el grupo de investigación fiscal de la Guardia Civil, Carlos Israel A. S. y su hermano Miguel Jacobo, junto a su ayudante David V. N., podrían haber pirateado y vendido decenas de miles de compactos en menos de un año. Se ha calculado que llegaron a comprar 70.000 en blanco.

La mercancía incautada por la Guardia Civil en un local propiedad de los dos hermano...

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Un par de hermanos gemelos tenían montado una verdadera fábrica de compactos musicales y de juegos de videoconsola piratas en un local de su propiedad en el sevillano barrio de Nervión. Según las primeras estimaciones realizadas por el grupo de investigación fiscal de la Guardia Civil, Carlos Israel A. S. y su hermano Miguel Jacobo, junto a su ayudante David V. N., podrían haber pirateado y vendido decenas de miles de compactos en menos de un año. Se ha calculado que llegaron a comprar 70.000 en blanco.

La mercancía incautada por la Guardia Civil en un local propiedad de los dos hermanos fue de 1.500 compactos grabados, otros mil vírgenes, 700 casetes grabadas y unas dos mil carátulas fotocopiadas. El volumen de su negocio era tal que incluso tenían tarjetas de visita con los números de dos teléfonos móviles, en las que se denominaban como especialistas en música para "discotecas y pubs". Una de las cosas más interesantes del material aprehendido era una torrre reproductora digital con espacio para ocho compactos que, conectada a una más simple de cuatro caseteras les permitía piratear hasta 12 álbumes en una decena de minutos. El precio de este sofisticado aparato ronda los dos millones y medio de pesetas, aunque los hermanos han confesado que tan sólo les costó uno, pues la compraron de segunda mano. Por el momento, se desconoce el total de las ganancias que se han podido obtener gracias a este negocio ilegal (es muy difícil seguir el blanqueo de dinero procedente de estos delitos de nuevo cuño), pero se calcula que los beneficios podrían ser millonarios cada mes. Los agentes llevaban detrás del local de reproducción ilegal desde diciembre pasado, tras la denuncia de dos asociaciones que velan por la propiedad intelectual de discos compactos y vídeo juegos, y ha permitido poner a cinco personas a disposición judicial. Entre el material falsificado también se encontraban copias de los video juegos más populares de la consola Play Station de Sony. Sin embargo, y a diferencia de los compactos musicales de gran calidad, los juegos falsificados podían acabar dañando las consolas. Curiosamente, el mismo día de la detención de los falsificadores, también fueron arrestados en Santiponce dos vendedores del material pirateado por los dos hermanos y se interceptaron 450 compactos preparados para su comercialización. El material pirata solía venderse en el mercado de la Alameda en Sevilla y el de Sabanilla en Málaga, aunque se han encontrado papeles que podrían vincularles incluso con la venta a locales de Madrid y otras ciudades.

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