Tribuna:

Canal 9

JOSEP TORRENT Es una convención comúnmente aceptada que todas las televisiones públicas sin excepción viven a la sombra del poder con independencia de su filiación ideológica. En no pocas ocasiones, por si fuera poco, estas cadenas se convierten en auténticas prolongaciones del poder, que no duda en utilizar partidista y sectariamente unos medios que se financian con los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. Canal 9, obviamente, no escapa a estas consideraciones generales, pero en los últimos días, a raíz de la espantada de Ramón-Llin de UV, se ha superado a si misma, batiendo todos los...

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JOSEP TORRENT Es una convención comúnmente aceptada que todas las televisiones públicas sin excepción viven a la sombra del poder con independencia de su filiación ideológica. En no pocas ocasiones, por si fuera poco, estas cadenas se convierten en auténticas prolongaciones del poder, que no duda en utilizar partidista y sectariamente unos medios que se financian con los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. Canal 9, obviamente, no escapa a estas consideraciones generales, pero en los últimos días, a raíz de la espantada de Ramón-Llin de UV, se ha superado a si misma, batiendo todos los registros de manipulación existentes en Burjassot desde que TVV inició sus emisiones. El grado de indecencia y cinismo con que se han comportado sus responsables ha sido tan intenso que ha obligado a toda la oposición y a los socios minoritarios del gobierno de Zaplana a movilizarse un poco más de lo habitual para evitar, en la medida de lo posible, que Canal 9 acabe por convertirse de forma definitiva en la cadena privada del PP. Benditos ellos si creen que su iniciativa puede servir para algo. Personalmente soy muy escéptico por un par de razones. Primero porque al PP se le da una higa lo que digan o dejen de decir los demás (les importa un rábano lo que ellos mismos dijeron) y porque, en punto a TVV, no saben qué significa el concepto democracia. Segundo porque, si yo fuera del PSOE o EU, no me fiaría un pelo de los mercachifles de Unión Valenciana que les pueden dejar tirados a poco que les echen un hueso para roer, sin saber, de los de UV, digo, que les dan pan para hoy y hambre para mañana. Por lo demás, ya puede espabilar la oposición. Éstos del PP no se andan con chiquitas. Ayer mismo, el vocero de Serafín Castellano salía con lo de siempre: que si el PSOE aún era peor. Hombre, unas hermanitas de la caridad nunca lo fueron, pero tampoco tuvieron que soportar la vergüenza de que la Junta Electoral les tuviera que llamar la atención ante la manipulación televisiva, como les ocurrió a los populares en los comicios de 1996.

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