El deporte rinde homenaje a Ballesteros, que cumple 25 años como profesional

Todo el deporte español se reunirá esta noche en Madrid para rendir homenaje a Severiano Ballesteros. El que quizás sea el mejor deportista español de la historia y, con toda seguridad, uno de los mejores jugadores de golf del mundo en las dos últimas décadas, cumple 25 años de profesionalismo.El jugador de Pedreña comenzó a ganarse la vida con el golf cuando era un chaval de 16 años y todavía sigue viviendo de ello a punto de entrar en el siglo XXI. En esos 25 años todo en España ha evolucionado a una velocidad vertiginosa, pero el golf, uno de los deportes con más practicantes en el mundo, ...

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Todo el deporte español se reunirá esta noche en Madrid para rendir homenaje a Severiano Ballesteros. El que quizás sea el mejor deportista español de la historia y, con toda seguridad, uno de los mejores jugadores de golf del mundo en las dos últimas décadas, cumple 25 años de profesionalismo.El jugador de Pedreña comenzó a ganarse la vida con el golf cuando era un chaval de 16 años y todavía sigue viviendo de ello a punto de entrar en el siglo XXI. En esos 25 años todo en España ha evolucionado a una velocidad vertiginosa, pero el golf, uno de los deportes con más practicantes en el mundo, más deprisa todavía. Gracias a Ballesteros, cuyo papel en la popularización en España de un deporte considerado por muchos elitista ha sido incluso superior al que jugaron Santana con el tenis o Ángel Nieto con el motociclismo. Pero eso se queda pequeño al lado de su valor fundamental: el de revitalizador del golf europeo.

Severiano, un nombre impronunciable en inglés, el idioma del golf, se convirtió en Sevvy. Su triunfo en cinco torneos del Grand Slam (tres Open Británicos -1979, 1984 y 1988- y en dos Masters de Augusta -en 1980 y 1983) fueron sobre todo la confirmación de que detrás de las maneras arrolladoras y de la simpatía que despertaba aquel chaval que había aprendido a jugar solo al golf en las playas de Pedreña había un jugador que revolucionaba los modos y costumbres anquilosados de un deporte que sólo latía en EEUU. Su desparpajo y valentía cambiaron un deporte que vivía en Europa momentos críticos.

La Ryder Cup, por ejemplo, habría dejado de existir si hubiera mantenido su antigua fórmula de competición entre EEUU y las Islas Británicas, ya que los norteamericanos ganaban siempre por goleada. Pero sólo cinco años después de hacerse profesional Ballesteros, sólo unos meses después de ganar su primer British, el cántabro debutaba en la Ryder formando parte de un equipo que ya se llamaba Europa.. Como jugador europeo Ballesteros ganó cuatro Ryder y como capitán, una, en lo que ha sido, hasta el momento, su último triunfo deportivo después de haber logrado el triunfo político de que se disputara en España.

Actualmente, España, que sólo tiene 100.000 golfistas federados, presenta 16 profesionales en el circuito europeo, un nivel en que sólo le superan Inglaterra (casi dos millones de practicantes) y Suecia (400.000). Después llegó Olazábal, ganador de Augusta en 1994. Después llegarán Sergio García y más campeones. Todo ello existe gracias a la cabezonería de un cántabro que conquistó el mundo con un palo de golf en la mano.

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