Desafecto de los aficionados por Riazor

El Deportivo estrena esta temporada el remodelado Riazor, un estadio moderno, con dos nuevas gradas, un aspecto que recuerda a La Bombonera de Buenos Aires -como era el gusto del presidente- y con capacidad para 33.000 espectadores. Pero la renovación ha coincidido con el declive del equipo y el consiguiente desafecto de la afición.Entre el frío, la resaca navideña, las rebajas y, sobre todo, la lamentable semana del equipo, Riazor apenas acogió ayer a 12.000 espectadores. El público estaba muy enfadado no sólo por la derrota en Zaragoza, sino por el penoso espectáculo de las peleas entre juga...

El Deportivo estrena esta temporada el remodelado Riazor, un estadio moderno, con dos nuevas gradas, un aspecto que recuerda a La Bombonera de Buenos Aires -como era el gusto del presidente- y con capacidad para 33.000 espectadores. Pero la renovación ha coincidido con el declive del equipo y el consiguiente desafecto de la afición.Entre el frío, la resaca navideña, las rebajas y, sobre todo, la lamentable semana del equipo, Riazor apenas acogió ayer a 12.000 espectadores. El público estaba muy enfadado no sólo por la derrota en Zaragoza, sino por el penoso espectáculo de las peleas entre jugadores en el entrenamiento del viernes.

El público no puede ser indiferente a estos hechos, porque el grupo que dirige Irureta ha hecho todo lo posible por ganarse la antipatía hasta de su afición. Los pocos que acudieron ayer al estadio acogieron al equipo con tímidos silbidos, que en el descanso y al final del partido derivaron en bronca.