Cuatro muertos al caer una avioneta en Girona

Los cuatro ocupantes de una avioneta monomotor que se disponía a aterrizar ayer a las 12.45 en el aeropuerto de Girona resultaron muertos cuando el aparato se precipitó contra el suelo, por causas desconocidas, a escasos metros del inicio de la pista. La avioneta acababa de recibir la autorización para tomar tierra y no lanzó ningún aviso de emergencia antes de accidentarse. Los fallecidos, todos vecinos de Olot de entre 30 y 40 años, son Joan Aguilar, que pilotaba el aparato, Dolors Garrido, Lluís Vilaró y Mercè Escapa. La avioneta Cesna 172, con matrícula EC-FCG, ocupada por las dos parejas...

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Los cuatro ocupantes de una avioneta monomotor que se disponía a aterrizar ayer a las 12.45 en el aeropuerto de Girona resultaron muertos cuando el aparato se precipitó contra el suelo, por causas desconocidas, a escasos metros del inicio de la pista. La avioneta acababa de recibir la autorización para tomar tierra y no lanzó ningún aviso de emergencia antes de accidentarse. Los fallecidos, todos vecinos de Olot de entre 30 y 40 años, son Joan Aguilar, que pilotaba el aparato, Dolors Garrido, Lluís Vilaró y Mercè Escapa. La avioneta Cesna 172, con matrícula EC-FCG, ocupada por las dos parejas, iniciaba la maniobra de aproximación a la pista de aterrizaje. Regresaba a las instalaciones de Vilobí d"Onyar (Selva) después de completar su segundo paseo matutino. Había sido alquilada de buena mañana por Joan Aguilar en la escuela de vuelo del Grupo Aéreo La Selva, con sede en el mismo aeropuerto, para realizar un par de trayectos locales. Volaba sobre la vaguada que conduce a la entrada de la pista, a entre 80 y 90 metros de altura. Caía una tenue llovizna. El cielo encapotado y plomizo reducía ligeramente la visibilidad, pero en ningún caso entrañaba riesgo alguno para la operación de toma de tierra. Aguilar, un piloto experimentado y con bastantes horas de vuelo, pidió el pertinente permiso a los controladores del aeropuerto. La torre de control concedió la autorización, pero perdió todo contacto con el aparato cuando éste se encontraba a unos 200 metros de la cabecera de la pista de aterrizaje. Temiendo la posibilidad de un accidente, a pesar de que por radio no se transmitió ninguna señal de emergencia, un camión de bomberos de la dotación del aeropuerto salió en busca del aparato. Lo encontró accidentado dentro del perímetro de las instalaciones, a unos 20 metros del principio de la pista. La avioneta chocó contra la valla del aeropuerto y se precipitó violentamente contra el suelo, aunque no llegó a incendiarse. "Creemos que perdió velocidad y acabó cayendo como una piedra", explicó ayer Rafael Yáñez, jefe de operaciones del aeropuerto. Sus ocupantes murieron en el acto. Tres de los cadáveres pudieron ser retirados inmediatamente del aparato. El rescate de la cuarta víctima resultó más dificultoso porque quedó atrapada entre el amasijo de hierros al que quedó reducida la parte delantera del aparato. PASA A LA PÁGINA 5

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