Entrevista:

MARTHA PEINADO PRODUCTORA DE CINE "No podemos sacrificar ideas por falta de dinero"

Rezuma humildad y fuerza, como sus películas. En los 20 años que lleva metida en el cine ha hecho casi de todo, aunque su especialidad es la producción. Venezolana, casada con un zaragozano, ha conocido la censura directa y las trabas indirectas. Lleva su última película Trampa para un gato (la historia de la clandestina Radio Venceremos, de El Salvador) de festival en festival y aprovecha su paso por Europa para reclamar ayuda para el cine latinoamericano: a las coproducciones futuras y a la distribución presente. Pregunta. ¿El cine debe ser neutro? Respuesta. Creo en un cine comprometido, ...

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Rezuma humildad y fuerza, como sus películas. En los 20 años que lleva metida en el cine ha hecho casi de todo, aunque su especialidad es la producción. Venezolana, casada con un zaragozano, ha conocido la censura directa y las trabas indirectas. Lleva su última película Trampa para un gato (la historia de la clandestina Radio Venceremos, de El Salvador) de festival en festival y aprovecha su paso por Europa para reclamar ayuda para el cine latinoamericano: a las coproducciones futuras y a la distribución presente. Pregunta. ¿El cine debe ser neutro? Respuesta. Creo en un cine comprometido, no necesariamente político, pero comprometido. Hasta una película de amor tiene que ser de compromiso; debe haber personajes, confrontaciones para que el público reaccione. Ninguna obra de arte puede ser neutra. P. ¿Cómo trata Europa al cine latinoamericano? R. Hay gran interés. En España, en particular, a través de los festivales y, en Francia, con las coproducciones. Ese apoyo no debe decaer, sino seguir en ascenso, tanto en la coproducciones como en la compra de material. Sin la coproducción europea no podemos hacer cine. No pretendemos competir con las multinacionales, pero hay público para nuestras películas. P. ¿Al cine latinoamericano le faltan ideas, dinero o libertad? R. Dinero. Eso es lo primero. La libertad depende de los países. A veces no te censuran una película, pero no encuentras un distribuidor que quiera comprometerse. No la censuran, pero te ponen trabas. Ideas no faltan, hay bastantes. P. ¿Debería haber un mayor acercamiento aprovechando el lenguaje común? R. Debería haber mucho más contacto. Europa tiene más facilidad para generar acercamientos y apoyos económicos. En contrapartida, nosotros podemos dar buenos productos. No podemos seguir sacrificando ideas por falta de dinero. Nuestros ingresos de otros trabajos han ido a parar a Trampa. Eso es muy romántico, pero no debe ser así. Que sea un cine comprometido no significa que deba ser pobre de calidad. Y la empresa privada no cree en el cine latinoamericano, si creyera, podríamos hacer acuerdos. P. ¿Ha pensado en emigrar? R. Si quieres hacer cosas, la idea no es irte, sino conseguir la forma para hacerlas. Creer que en otro lado voy a poder hacer lo que no se puede hacer allá es un error, una evasión. P. ¿Qué función debe tener el cine? R. El cine es espectáculo y comunicación; debe divertir, instruir, pero también tiene que dejar algo en el coco. P. ¿En la ecuación inversión-producto final, cómo ve el resultado? R. Muy bueno porque en el cine latinoamericano la falta de recursos se compensa con esfuerzo humano. Se trabaja con las uñas.

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