Levantada la suspensión de pagos de la constructora CLEOP después de más de dos años de proceso

CLEOP (Compañía Valenciana de Edificación y Obras Públicas) ha salido definitivamente de la suspensión de pagos declarada en octubre de 1996 después de un largo e intrincado proceso. Así lo comunicó ayer el presidente de la constructora, Carlos Turró, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores una vez la Audiencia Provincial de Valencia ha dictado sentencia contra un recurso que bloqueaba la aprobación del preceptivo convenio de acreedores. La compañía presentó la suspensión de pagos el 23 de octubre de 1996 ante el cúmulo de impagados que arrastraba y que amenazaban su liquidez. Era la se...

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CLEOP (Compañía Valenciana de Edificación y Obras Públicas) ha salido definitivamente de la suspensión de pagos declarada en octubre de 1996 después de un largo e intrincado proceso. Así lo comunicó ayer el presidente de la constructora, Carlos Turró, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores una vez la Audiencia Provincial de Valencia ha dictado sentencia contra un recurso que bloqueaba la aprobación del preceptivo convenio de acreedores. La compañía presentó la suspensión de pagos el 23 de octubre de 1996 ante el cúmulo de impagados que arrastraba y que amenazaban su liquidez. Era la segunda suspensión de la historia de CLEOP, primera constructora valenciana en volumen de facturación. En la solicitud de suspensión, la compañía achacó en parte su crisis a la exclusión de las constructoras locales de las grandes obras públicas adjudicadas por el Gobierno valenciano y a una serie de impagados; el más importante los 1.300 millones de pesetas que la inmobiliaria R&R Golf, dirigida por Claude Tabarot, debía a CLEOP. En el momento de la suspensión, la constructora tenía un activo de 13.184 millones de pesetas y un pasivo de 6.800 millones. De inmediato los problemas se multiplicaron. La constructora Sacyr, accionista de CLEOP, le reclamó un crédito que acababa de conceder de 630 millones de pesetas. Las relaciones con su socio, Sacyr, se deterioraron y ambos acabaron viéndose las caras en los tribunales. De hecho, Sacyr tenía previsto vender su participación accionarial en CLEOP en cuanto se levantase la suspensión. A la vez que hacía frente a sus deudores y socios, Turró inició un ajuste del personal. La constructora pasó de los 200 empleados que tenía en el momento de la suspensión a los 103 de ahora. CLEOP recuperó también después de una agónica negociación la deuda de Tabarot. Cuando la situación parecía encarrilarse y con el convenio de acreedores a punto, éste fue impugnado por tres afectados. Esta acción es la responsables de que la suspensión se haya dilatado durante más de dos años. El camino se ha despejado definitivamente después de que la Audiencia de Valencia haya rechazado todas las impugnaciones. Desde ayer CLEOP puede participar en licitaciones de obras públicas y recupera su plena capacidad para contratar. Según los resultados de enero a septiembre de este año, recogidos por la Comisión de Valores, la constructora tiene una cifra de negocio neto consolidado que asciende a 2.354 millones de pesetas. El resultado después de impuestos al concluir septiembre arrojaba unas pérdidas de 78 millones de pesetas, menos de la mitad con respecto al mismo periodo del año anterior.Los dos años que ha durado la suspensión han causado estragos en el negocio de CLEOP, que ha visto reducida su facturación a casi una cuarta parte. La compañía dirigirá ahora

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