FÚTBOL COPA DE LA UEFA

El fútbol fue generoso con Gudelj, que debutó en Europa con un gol decisivo

El fútbol fue generoso ayer con Gudelj, un jugador que representa de alguna forma el vínculo del Celta con su pasado, con aquel equipo rocoso que conoció -parece que hace cien años- categorías menores. Debutó hace ocho temporadas en un grupo que peleaba por entonces por el regreso a Primera división, un equipo que llevaba en la solapa la etiqueta de equipo ascensor. Con sus goles devolvió al grupo de Balaídos a la élite; el de ayer ante el Liverpool puede suponer su paso a cuartos de final de la UEFA.Cuando Víctor Fernández le hizo saltar al campo fue una especie de homenaje a un jugador que p...

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El fútbol fue generoso ayer con Gudelj, un jugador que representa de alguna forma el vínculo del Celta con su pasado, con aquel equipo rocoso que conoció -parece que hace cien años- categorías menores. Debutó hace ocho temporadas en un grupo que peleaba por entonces por el regreso a Primera división, un equipo que llevaba en la solapa la etiqueta de equipo ascensor. Con sus goles devolvió al grupo de Balaídos a la élite; el de ayer ante el Liverpool puede suponer su paso a cuartos de final de la UEFA.Cuando Víctor Fernández le hizo saltar al campo fue una especie de homenaje a un jugador que pese a su nacionalidad simboliza tanto a Vigo como ahora Míchel Salgado, y era también un regalo a la afición, que lo recibió con un grito ensordecedor.

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El bosnio, que llegó a la ciudad con 23 años procedente de un punto negro del planeta, debutaba en Europa frente al equipo de Anfield. Sólo faltaban diez minutos para que todo acabara. Y el tiempo se le agotaba cuando olisqueó un balón perdido en el área. Con todo su instinto y todo su oficio se fue hacia él, y la pelota, como tantas veces después de pasar por sus botas, se fue directa a la red.

Ya antes avisó de las ganas con las que salió. Sánchez, que no podía más, perdió el balón en un contragolpe. Un defensa inglés se lo cedió a su guardameta y hacia allí fue decidido el bosnio. Logró el nerviosismo del cancerbero, que le regaló el balón. Gudelj lo colgó al segundo palo, Mostovoi se le cedió de primera a Sánchez y el cabezazo de éste, a un metro del área, se marchó alto. Tras esta oportunidad malgastada, el 2-1 parecía ya inevitable. Pero Gudelj se empeñó en que su salida no fuera simbólica y acabó marcando. Tras lo de ayer, el delantero céltico, de 31 años, se ha ganado el derecho a una retirada no muy lejana con el sabor del deber cumplido.

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