El candidato trata de desdramatizar la crisis

José Borrell trató ayer de desdramatizar, según sus propias palabras, el enfrentamiento al que ha llegado con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. Rodeado de cámaras de televisión y de micrófonos de emisoras de radio en los pasillos del Congreso, Borrell se negó tajantemente a dar siquiera una impresión de cómo se encontraba ayer la crisis que está atravesando el PSOE. El candidato socialista a la presidencia no sólo rehusó contestar a las preguntas de los periodistas, sino que además les exhortó a no ser insistentes cuando éstos trataron de saber si se iba a entrevistar con el sec...

José Borrell trató ayer de desdramatizar, según sus propias palabras, el enfrentamiento al que ha llegado con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. Rodeado de cámaras de televisión y de micrófonos de emisoras de radio en los pasillos del Congreso, Borrell se negó tajantemente a dar siquiera una impresión de cómo se encontraba ayer la crisis que está atravesando el PSOE. El candidato socialista a la presidencia no sólo rehusó contestar a las preguntas de los periodistas, sino que además les exhortó a no ser insistentes cuando éstos trataron de saber si se iba a entrevistar con el secretario general de los socialistas para tratar de llegar a un acuerdo antes de la reunión del comité federal del PSOE, el próximo sábado.Algunos de los colaboradores de Borrell se esforzaron ayer en defender la función de la Oficina del Candidato, por tratarse según ellos de un departamento que está compuesto por sólo siete personas y que no supone una estructura paralela a la Ejecutiva federal del partido.

Hace pocos días, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, uno de los pocos dirigentes regionales del PSOE que apoyó la candidatura de Borrell en las elecciones primarias, le invitó a éste a desmontar dicha oficina y a sustituir su apoyo por el que le puede prestar la Ejecutiva federal. Frente a esa exhortación, los integrantes de la Oficina del Candidato trataban de demostrar que ellos no constituyen un núcleo de poder paralelo y, por tanto, carece de sentido arremeter contra un equipo que se limita a prestar apoyo personal al candidato que luchará con José María Aznar por la presidencia de Gobierno.