FÚTBOL: Décima jornada de Liga

Redondo se topa con Mazinho

El madridista se quedó solo ante el sólido mediocampo del Celta

Una de las claves del trunfo del Celta pasó por la posesión de la pelota en el primer tiempo. Fernando Redondo se quedó aislado, y perdió el duelo de los medio centros que ayer lo enfrentó al brasileño del Celta, Mazinho. Como organizador del Madrid, fue determinante que Redondo no pudiera dar ni un pase que iniciara una jugada de ataque en el primer tiempo. Mazinho inició tres jugadas ofensivas abriendo el juego a las bandas antes de que Redondo diera el primer pase al hueco.El madridista se quedó solo entre Mostovoi, Karpin, Penev y Makelele... De lejos lo controlaba el jefe de la ...

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Una de las claves del trunfo del Celta pasó por la posesión de la pelota en el primer tiempo. Fernando Redondo se quedó aislado, y perdió el duelo de los medio centros que ayer lo enfrentó al brasileño del Celta, Mazinho. Como organizador del Madrid, fue determinante que Redondo no pudiera dar ni un pase que iniciara una jugada de ataque en el primer tiempo. Mazinho inició tres jugadas ofensivas abriendo el juego a las bandas antes de que Redondo diera el primer pase al hueco.El madridista se quedó solo entre Mostovoi, Karpin, Penev y Makelele... De lejos lo controlaba el jefe de la banda, Mazinho. Sin ayudas de compañeros, Redondo recuperó once balones frente a los trece de Mazinho (en el segundo tiempo, cuando el juego se abrió, ambos jugadores recuperaron cuatro pelotas). Entraron en contacto cuatro veces, siempre en el segundo tiempo: en dos ocasiones Mazinho intentó robarle la pelota al madridista y éste se lució con su célebre habilidad para proteger la pelota con el cuerpo. En las otras dos, Redondo le hizo dos faltas tácticas al brasileño.

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¿Solo en territorio comanche? "Más o menos", respondió Redondo. Algo así fue lo que vivió en su particular duelo sudamericano de mediocentros, en la disputa que ayer dirimía en teoría cuál es el mejor de España (en ausencia de Pep Guardiola): Redondo, el argentino madridista, o Mazinho, el brasileño del Celta. Frente a frente, arrastrando el peso de un puesto tradicional en el fútbol sudamericano. La rivalidad no podía ser mayor y Mazinho salió ganando del Bernabéu. Eso sí, él lo admite: "Intentamos que Redondo no jugara porque en el Madrid todo pasa por Redondo. Y si ellos tenían cuatro atacantes, nosotros teníamos más centrocampistas. Había que tratar de marcar a Redondo".

Mazinho mandó a sus hombres a ejecutar el trabajo: Redondo recibió cuatro faltas en el primer tiempo frente a las dos que recibió Mazinho. Los agresores blancos fueron siempre delanteros (Raúl y Savio). Redondo cometió dos sobre Mazinho y una sobre el dinámico Makelele. Mazinho hizo dos, y le enseñaron la amarilla por la primera.

Mazinho disparó una vez entre los tres palos. Redondo no pudo evitar el gol de Makelele, de cabezazo, libre de marca en el área chica, en la zona de Fernando Sanz. El central se disculpó: "Yo venía del córner y le grité a Redondo "cúbreme la espalda", pero no me escuchó".

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