GENTE

MARÍA LO COMPARTIÓ

La actriz María Isbert convirtió el homenaje que se le tributó el pasado martes en un acto de reivindicación femenina. Tras presumir, con razón, de unos juveniles ochenta y un años, la hija del inolvidable Pepe Isbert y madre del también actor Toni Isbert, señaló, sin esforzarse por contener las lágrimas, que el homenaje que le ofrecían por su larga y sólida trayectoria profesional y su "entrañable carácter" lo quería compartir con todas las mujeres que, como ella, luchan día a día por mantenerse firmes en su oficio y en la vida. Su deseo no cayó en el vacío ya que el esce...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La actriz María Isbert convirtió el homenaje que se le tributó el pasado martes en un acto de reivindicación femenina. Tras presumir, con razón, de unos juveniles ochenta y un años, la hija del inolvidable Pepe Isbert y madre del también actor Toni Isbert, señaló, sin esforzarse por contener las lágrimas, que el homenaje que le ofrecían por su larga y sólida trayectoria profesional y su "entrañable carácter" lo quería compartir con todas las mujeres que, como ella, luchan día a día por mantenerse firmes en su oficio y en la vida. Su deseo no cayó en el vacío ya que el escenario en el que acababa de representar Un espíritu burlón, de Noël Coward, en el madrileño teatro Muñoz Seca, se abarrotó de numerosas representantes de diversas organizaciones políticas y sociales de mujeres que quisieron apoyar a la actriz, entre las que cabría destacar a Cristina Almeida, de Nueva Izquierda, y Rosa Basante, de la Comunidad de Madrid, así como muchas compañeras de profesión, entre las que se encontraban Verónica Forqué, Gemma Cuervo, Ana Marzoa, Silvia Marsó, Julia Trujillo o Perla Cristal, entre otras, además de sus compañeras de reparto Laura Cepeda, Beatriz Santana, Isabel Gaudí y Pilar Cervantes y dos exuberantes drag-queens a las que María Isbert, tras agradecer que hubieran ido a verla sin cambiarse, les preguntó dónde hacían su espectáculo en el que se vestían tan divertidas y monísimas. Al fondo, en un rincón, estaban encantados de ocupar un segundísimo plano sus compañeros de reparto Iñaki Miramón y Francisco Barbero, el director del espectáculo, Manuel Ángel Egea y los productores Enrique Cornejo y Salvador Collado.-

Archivado En