La bicefalia, según el modelo alemán

"Nunca Borrell y Almunia podrían llevarse tan mal como lo hacían Oskar Lafontaine y Gerhard Schröder y, sin embargo, ahora funcionan perfectamente". Colaboradores de Almunia y Borrell siguen apelando el modelo alemán para traérselo a casa. Lafontaine, presidente del SPD, sería Almunia; y el próximo canciller ocuparía el papel de Borrell. Para ver sobre el terreno cómo funcionaba esta bicefalia, personas próximas a Borrell vivieron el último tramo de la campaña alemana desde las filas socialdemócratas. El diputado catalán Miquel Iceta, uno de los máximos responsables de la Oficina del Candi...

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"Nunca Borrell y Almunia podrían llevarse tan mal como lo hacían Oskar Lafontaine y Gerhard Schröder y, sin embargo, ahora funcionan perfectamente". Colaboradores de Almunia y Borrell siguen apelando el modelo alemán para traérselo a casa. Lafontaine, presidente del SPD, sería Almunia; y el próximo canciller ocuparía el papel de Borrell. Para ver sobre el terreno cómo funcionaba esta bicefalia, personas próximas a Borrell vivieron el último tramo de la campaña alemana desde las filas socialdemócratas. El diputado catalán Miquel Iceta, uno de los máximos responsables de la Oficina del Candidato, comprobó el perfecto engranaje de esta máquina de dos ruedas. Lo imprescindible para su funcionamiento es la delimitación perfecta de papeles, comprobaron los socialistas españoles.

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La distinción entre uno y otro no sólo debe ser interna, sino también de cara al exterior. En la campaña alemana, Lafontaine actuaba de látigo del entonces canciller Helmut Kohl, mientras que Schröder aparecía como hombre de Estado exponiendo sus grandes aspiraciones para el país. Este reparto gusta mucho en el entorno de Borrell.

Es cierto que las funciones de uno y otro están escritas en un documento que pactaron el secretario de organización del PSOE, Ciprià Ciscar, y el director de la Oficina del Candidato, Luis Yáñez, pero el día a día demuestra que todo no cabe en el papel escrito. Por ejemplo, a los borrellistas les llena de contrariedad que en actos públicos Joaquín Almunia, que no suele leer los discursos, siempre exceda varios minutos a las intervenciones del candidato.También a los borrellistas se les antoja que el secretario general tiene últimamente la agenda muy cargada de actividades, lo que hace que sus apariciones públicas sean numerosas.

"Cosas de familia"

¿Y del otro lado? El entorno de Borrell reconoce que Almunia también se ha quejado de algunas actitudes del candidato, pero dicen no recordar exactamente de qué se trataba, y esta información es imposible obtenerla por parte de Almunia, ya que siempre insiste en que de "las cosas de familia" no se habla. El secretario general del PSOE prefirió no realizar ningún comentario sobre el documento redactado por hombres de confianza de Borrell en la Federación Socialista Madrileña en el que afirman que el aparato del PSOE no quiere que el candidato gane las elecciones. Tras su publicación en El Mundo, José Borrell aseguró ayer en Toledo: "Ese documento ni lo he conocido ni lo he impulsado. Por tanto, no puedo asumirlo; ni me compromete ni me representa. Son opiniones de compañeros en un debate que se circunscribe a la FSM".

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