La OTAN da luz verde a un ataque aéreo como último aviso a Milosevic

La OTAN decidió esta madrugada dar la orden formal de ataques aéreos contra objetivos serbios como última opción para detener las violaciones de los derechos humanos contra la población albanesa de Kosovo. La Alianza, sin embargo, acordó dar un plazo de cuatro días al líder serbio, Slovodan Milosevic, para que ceda y acepte todas las exigencias de la comunidad internacional. El emisario de EE UU, Richard Holbrooke, dijo anoche que había progresos, pero no un acuerdo pleno, en sus contactos con Milosevic.

Richard Holbrooke viajó anoche desde Belgrado a Bruselas para informar personalment...

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La OTAN decidió esta madrugada dar la orden formal de ataques aéreos contra objetivos serbios como última opción para detener las violaciones de los derechos humanos contra la población albanesa de Kosovo. La Alianza, sin embargo, acordó dar un plazo de cuatro días al líder serbio, Slovodan Milosevic, para que ceda y acepte todas las exigencias de la comunidad internacional. El emisario de EE UU, Richard Holbrooke, dijo anoche que había progresos, pero no un acuerdo pleno, en sus contactos con Milosevic.

Richard Holbrooke viajó anoche desde Belgrado a Bruselas para informar personalmente a la OTAN sobre los resultados de sus últimas conversaciones con el presidente serbio, con quien tiene previsto volver a reunirse hoy en la capital yugoslava en lo que, ahora sí, parece una última oportunidad de evitar el ataque. Con objeto de respaldar enérgicamente ese último intento de Holbrooke, la OTAN decidió anoche seguir adelante con sus planes, y aprobó formalmente la orden de poner en marcha el dispositivo militar para una operación en Serbia, lo que en el lenguaje de la Alianza se llama activation order. Esto significa que los órganos de decisión política de la OTAN ceden ya a los militares la responsabilidad sobre cómo y dónde actuar. Antes de aprobar esa resolución, Rusia aseguró que Milosevic acepta que en Kosovo se realice un despliegue de 1.500 observadores internacionales. Quedaba la duda, sin embargo, de si también aceptaría la creación de un mecanismo de verificación que incluya un dispositivo militar de apoyo a los observadores. Pero el escollo clave sigue siendo la negativa de Milosevic a cooperar con el Tribunal Internacional de La Haya, que persigue los crímenes de guerra. Este Tribunal se consideró competente para actuar de oficio convocando a los presuntos responsables de las matanzas en Kosovo, lo que incluiría a directos colaborades de Milosevic.

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