De la ONU a Madrid

Fernando Morán tiene la mirada intensa y las cejas pobladas. Su atuendo, a base de camisas a rayas, pajarita de lunares y americana de cheviot, le otorgan el aspecto de un investigador universitario. Nació en Avilés el 25 de marzo de 1926, en el seno de una familia acomodada. Su padre, de ideas conservadoras, era ingeniero de Caminos, y su abuelo, registrador de la propiedad. A temprana edad vino a vivir a Madrid, a un piso de la calle de Alcalá, 120, cercano de Las Ventas. Fue alumno del instituto Escuela.La guerra civil española le sorprendió, con nueve años, en Francia, donde vivía su abuel...

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Fernando Morán tiene la mirada intensa y las cejas pobladas. Su atuendo, a base de camisas a rayas, pajarita de lunares y americana de cheviot, le otorgan el aspecto de un investigador universitario. Nació en Avilés el 25 de marzo de 1926, en el seno de una familia acomodada. Su padre, de ideas conservadoras, era ingeniero de Caminos, y su abuelo, registrador de la propiedad. A temprana edad vino a vivir a Madrid, a un piso de la calle de Alcalá, 120, cercano de Las Ventas. Fue alumno del instituto Escuela.La guerra civil española le sorprendió, con nueve años, en Francia, donde vivía su abuela. Tras culminar el bachillerato en Madrid, cursó la carrera de Derecho en la Universidad Complutense. Allí comenzó a interesarse por las ideas políticas progresistas, en cuya práctica el profesor Enrique Tierno fue su introductor. A él se uniría en el denominado grupo de Salamanca, del que nacería el Partido Socialista del Interior y luego el PSP, integrado después en el PSOE.

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Vecino de Fernández de la Hoz, esquina a la de Viriato, se casó en San Jerónimo con María Luz Calvo Sotelo, con la que tiene tres hijos, Fernando, Clara y María Luz, y seis nietos. Han estado destinados 12 años en el extranjero, Naciones Unidas entre otras misiones, y el resto de sus 35 años de carrera lo han pasado en Madrid. Autor de cuatro novelas, hasta que se rompió el tendón de Aquiles practicaba el tenis.

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