Garantizar la sucesión

El encaje de Josep Antoni Duran Lleida, el líder de UDC, en las listas de CiU ha reabierto una vieja herida que está condenada a no cicatrizar nunca en piel convergente: la de la sucesión de Jordi Pujol.Una de las condiciones puestas por Pujol para dar el segundo lugar en las listas de CiU a Duran era la renuncia explícita del líder democristiano a encabezar la candidatura de CiU a la presidencia de la Generalitat en el año 2003 o bien fusionar ambos partidos.

Tras 20 años de relaciones de pareja -el pasado 19 de septiembre fue el 20º aniversario de la coalición-, Convergència ha visto...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El encaje de Josep Antoni Duran Lleida, el líder de UDC, en las listas de CiU ha reabierto una vieja herida que está condenada a no cicatrizar nunca en piel convergente: la de la sucesión de Jordi Pujol.Una de las condiciones puestas por Pujol para dar el segundo lugar en las listas de CiU a Duran era la renuncia explícita del líder democristiano a encabezar la candidatura de CiU a la presidencia de la Generalitat en el año 2003 o bien fusionar ambos partidos.

Tras 20 años de relaciones de pareja -el pasado 19 de septiembre fue el 20º aniversario de la coalición-, Convergència ha visto con recelo cómo maduraba Unió y se ha empeñado en que los democristianos vistan el mismo traje con el que firmaron hace cuatro lustros el pacto. Los recelos hacia la sucesión de Pujol se han encargado del resto. El presidente de la Generalitat ha sacrificado a todos los números dos de su partido: el caso más claro es el de Miquel Roca.

Más información

Duran ha podido sobrevivir gracias a tener casa propia. Eso también le permite estar bien situado para el después de Pujol. El líder de UDC ha dicho siempre que el pujolismo es excepcional. Después habrá que gobernar de otra manera.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En