Tribuna

Entre el riesgo y la táctica

Fecha beneficiosa. En este tipo de choques un resultado contundente suele dejar huella, pero la presión de la clasificación no es todavía asfixiante. Eso podría provocar un fútbol menos prudente, más alegre y despreocupado. Los dos rivales vienen de la Champions League llenos de motivación pero acarreando un desgaste físico. Su capacidad de recuperación, en sólo 72 horas, puede ser un factor determinante durante el desarrollo del partido.El enemigo de estas citas. El partido será aburrido e igualado si se convierte en un duelo táctico o en un encuentro en que las jugadas de estra...

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Fecha beneficiosa. En este tipo de choques un resultado contundente suele dejar huella, pero la presión de la clasificación no es todavía asfixiante. Eso podría provocar un fútbol menos prudente, más alegre y despreocupado. Los dos rivales vienen de la Champions League llenos de motivación pero acarreando un desgaste físico. Su capacidad de recuperación, en sólo 72 horas, puede ser un factor determinante durante el desarrollo del partido.El enemigo de estas citas. El partido será aburrido e igualado si se convierte en un duelo táctico o en un encuentro en que las jugadas de estrategia a balón parado reinan sobre la improvisación.

Los problemas de Hiddink. La libertad de la que disfruta Rivaldo detrás de la delantera, la presencia de Figo y Zenden impidiendo la incorporación de los laterales y cómo neutralizar a un motivado Kluivert. Por ahí, la experiencia y compenetración de Hierro y Sanchis puede resultar decisivas.

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Los problemas de Van Gaal. Evitar que Savio sea otra vez la estrella: el técnico holandés arriesgará mucho si no coloca en esa banda un defensa puro. Y Jarni, capaz de igualar o incluso mejorar la aportación ofensiva de Roberto Carlos, aunque evidenciando idénticas carencias defensivas. La defensa barcelonista no comienza las jugadas con la precisión y la velocidad que imprimen Hierro y Sanchis.

Centro del campo. El del Madrid exhibe mayor ritmo y potencia con Redondo y Seedorf. El del Barça añora a Guardiola y no despeja la duda de utilizar uno o dos pivotes por delante de la defensa, en una posición vital para el sistema de Van Gaal.

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