Entrevista:

ÁNGEL F. SANTOS DIRECTOR DE CINE "Para los nuevos directores es tan complicado como siempre"

Ángel Fernández Santos (León, 1963) comenzó en el cine como meritorio y auxiliar de dirección, ejercitó la crítica y fundó su propia productora, El Desierto. Desde ella dirigió varios cortos, hasta que sintió que había llegado la hora de hacer su largometraje. Hazlo por mí es el producto que rodó en siete semanas con Nancho Novo, Cayetana Guillén y Carlos Hipólito como protagonistas. Los festivales de Cádiz, Alejandría, Yorkshire, Quebec o Argentina son las últimas citas de una apretada agenda de promoción que le ha permitido exhibir su trabajo por diversos países de todo el mundo. Pregunta. ...

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Ángel Fernández Santos (León, 1963) comenzó en el cine como meritorio y auxiliar de dirección, ejercitó la crítica y fundó su propia productora, El Desierto. Desde ella dirigió varios cortos, hasta que sintió que había llegado la hora de hacer su largometraje. Hazlo por mí es el producto que rodó en siete semanas con Nancho Novo, Cayetana Guillén y Carlos Hipólito como protagonistas. Los festivales de Cádiz, Alejandría, Yorkshire, Quebec o Argentina son las últimas citas de una apretada agenda de promoción que le ha permitido exhibir su trabajo por diversos países de todo el mundo. Pregunta. ¿Cuánto dinero se necesita para contar una historia? Respuesta. El problema es que cada película es un mundo, y como la industria es tan deficitaria, hacemos nuestro trabajo con lo que se puede. Hazlo por mí estuvo en torno a los 150 millones, un presupuesto muy bajo si lo comparamos con las cifras habituales. Eso sí, nos lo hemos gastado en lo que se ve, muchísima gente se ha hipotecado en esto y no nos ha sobrado un duro, gracias a lo cual ha podido hacerse la película. P. No es corriente que en una ópera prima se realice una selección de guiones. Los directores noveles suelen usar obras propias... R. Sí, parece que los nuevos directores necesitan contar su historia personal. No queríamos contar nuestra vida, tal vez porque no creíamos poder hacerlo lo suficientemente bien, con lo cual nos abrimos. La selección fue complicadísima, porque en España hay miles de guiones rodando por ahí, todo aficionado tiene algo escrito. Se trataba de hallar uno que nos gustara y se ajustara al presupuesto. P. ¿Qué está quedando de la euforia del cine español de los noventa? R. Creo que la euforia es más por lo que cuentan los medios. Es cierto que en los últimos años ha aumentado la cuota de consumición del cine español y el número de espectadores, ¿qué ha ocurrido? Que cinco o seis títulos han arrasado, pero los nuevos directores lo tenemos tan complicado como siempre. No obstante, es bueno que los medios se hagan eco de nuestro trabajo, que deje de estar mal visto ir a ver cine español. Los resultados están ahí: no hay un festival de prestigio en el mundo en el que una película española no se lleve un premio. P. ¿Qué suerte ha corrido su filme? R. En España ha terminado su carrera comercial, y ya está en vídeo. Ahora está empezando a funcionar en Singapur y Brunei, y luego irá a Tokio, gracias a la distribuidora Shop Brothers, que está barajando unas cifras increíbles, pero no sé qué nos llegará a nosotros. El dinero del cine ya no entra por taquilla, sino por las ventas a televisión, que es lo que hacen los americanos. De ahí el interés de participar en festivales internacionales.

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