La Fira de Teatre de Tàrrega cierra con gran éxito de público pese al mal tiempo

Tàrrega ya ha superado la época de las euforias de los récords numéricos. Preguntado por la afluencia de público a la feria, Ramon Simó, el director, para mostrar lo aleatorio de los cálculos, se llevó un dedo a la boca para chupárselo y elevarlo al viento y señaló con una amplia sonrisa: "Según las estimaciones más fiables, debemos de estar por encima de los 115.000 visitantes", y luego, ya en serio, añadió: "El sábado, el centro de Tàrrega vivió una situación de colapso muy superior a la de otros años". Ni la lluvia ni el fuerte viento arredraron a la gente, que participó activamente en los ...

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Tàrrega ya ha superado la época de las euforias de los récords numéricos. Preguntado por la afluencia de público a la feria, Ramon Simó, el director, para mostrar lo aleatorio de los cálculos, se llevó un dedo a la boca para chupárselo y elevarlo al viento y señaló con una amplia sonrisa: "Según las estimaciones más fiables, debemos de estar por encima de los 115.000 visitantes", y luego, ya en serio, añadió: "El sábado, el centro de Tàrrega vivió una situación de colapso muy superior a la de otros años". Ni la lluvia ni el fuerte viento arredraron a la gente, que participó activamente en los espectáculos.

El mal tiempo obligó a todo el equipo técnico a realizar esfuerzos sobrehumanos para asegurar la normalidad. A eso achacó Simó algunos de los importantes retrasos que se han producido en esta edición. Pese a todos los problemas, el equipo de la Fira de Tàrrega, presidido por el alcalde Frederic Gené, se mostraba ampliamente satisfecho del éxito global de la presente edición. Gené empezó, en efecto, su intervención señalando que la feria ha sido un éxito pese a las adversas condiciones climáticas y el alud de gente que, según sus palabras, ha desbordado Tàrrega. "Continuamos reivindicando", prosiguió el alcalde, "la mejora de algunos aspectos de forma rápida, especialmente las deficiencias del cámping, que requiere una reubicación urbanística, y el de la circunvalación de Tàrrega". También destacó Gené la ausencia de incidentes de importancia; el más grave fue la caída, por imprudencia, de un hombre desde el Pont del Reguer sobre el río Ondara. El hombre terminó con tres costillas y una pierna rotas. Buena ocupación Simó destacó que si bien no le importa el número global de visitantes, sí le preocupa, en cambio, el de los espectadores que logran captar las salas, que han obtenido, en los días centrales de la fira, muy buenos índices de ocupación. Más de 20.000 entradas vendidas a última hora del sábado, a las que hay que sumar las más de 10.000 destinadas a prensa y promotores, de un aforo de 50.000 butacas, suponen una muy buena ocupación que hace que se cumplan e incluso se rebasen las previsiones presupuestarias. Respecto a los problemas técnicos, Simó señaló que la lluvia y el viento no le han hecho ningún favor a Tàrrega. Y elogió la actitud del público, que hubo de someterse a esperas bastante prolongadas. "Tàrrega tiene un público formidable, capaz de asumir y entender un problema sin el menor contratiempo". También hizo Simó su valoración artística de la feria, señalando el buen funcionamiento general de los espacios concertados, entre los que destacó las carpas de Euskadi, de Fila 7 y de Monti & Cia, y también el fenómeno de Pablo Carbonell. Entre las apuestas, la programación de Tàrrega, interesada en dar cabida a los nuevos lenguajes, quiso destacar asimismo Pôles, de PPS Danse, y Lazurd, de Senza Tempo. "PPS Danse ha generado polémica, lo que ya estaba en nuestra intención". Entre los proyectos de coproducciones con otros festivales internacionales para la próxima edición de la Fira de Tàrrega, Simó señaló el Furamòbil, de La Fura dels Baus. El segundo proyecto es el de una coreografía con Lanònima Imperial, que trabajará con cinco bailarines habituados a actuar en grandes ballets para crear un espectáculo esencial, un enfrentamiento entre el bailarín y la música. Apartado importante, desglosado por Toni González, director adjunto de promoción, es el de los programadores que este año han acudido a la Fira: un total de 217 programadores procedentes de 26 países que abarcan, por primera vez en la historia de Tàrrega, los cinco continentes; 153 programadores de todas las autonomías españolas, y 234 de Cataluña suponen una cifra total de 604 programadores, casi equivalente a la de 610 del año pasado. Procedentes de lugares tan alejados como Australia, Japón, Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos y Finlandia, y con la presencia por primera vez de un país del continente africano, Túnez, el grueso de los programadores internacionales llega, no obstante, de Francia (41), Reino Unido (39), Alemania (29), Holanda (19), Bélgica (18) e Italia (19). Toni González concluyó su intervención pidiendo mayor soporte institucional, "porque las políticas de proyección exterior se quedan a menudo en palabras".

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