Friedlander, un grande de la fotografía del siglo XX, expone sus retratos en Sevilla

Sus fotografías han cambiado nuestra forma de mirar. La Sala Santa Inés de Sevilla inaugura hoy la muestra Retratos, que recoge 80 instantáneas en blanco y negro de uno de los grandes fotógrafos del siglo: el norteamericano Lee Friedlander (1934, Washington). La exposición corresponde a una de sus series, iniciada en la década de los 60 y que ha continuado hasta la actualidad. La mayoría de las imágenes recientes se expone por primera vez. "Sus retratos son fotografías directas, frías, sin concesiones a la estética, que reflejan la vida cotidiana de los personajes. En ellos es la imagen en sí...

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Sus fotografías han cambiado nuestra forma de mirar. La Sala Santa Inés de Sevilla inaugura hoy la muestra Retratos, que recoge 80 instantáneas en blanco y negro de uno de los grandes fotógrafos del siglo: el norteamericano Lee Friedlander (1934, Washington). La exposición corresponde a una de sus series, iniciada en la década de los 60 y que ha continuado hasta la actualidad. La mayoría de las imágenes recientes se expone por primera vez. "Sus retratos son fotografías directas, frías, sin concesiones a la estética, que reflejan la vida cotidiana de los personajes. En ellos es la imagen en sí lo que vale", explica Carlos Golloner, comisario de la muestra, para quien la obra de Friedlander constituye "una de las más importantes renovaciones del arte del siglo XX". Lee Friedlander se dio a conocer a principios de los años 60 junto a un grupo de fotógrafos de Nueva York (Robert Frank, Wasker Evans, Helen Levitt, Garry Winogrand y Diane Arbus) cuyo trabajo representó una ruptura con la fotografía tradicional que se había hecho hasta entonces y que tuvo gran influencia en generaciones posteriores. El artista trabaja con series que suelen durar muchos años: monumentos, calles, jardines, escaparates... "Muestran lugares y personas que a veces nos resultan extraños, pese a ser habituales, porque estamos acostumbrados al bombardeo de la imágenes de los medios de comunicación, que distorsionan la realidad", continúa el comisario. La exposición, que permanecerá abierta hasta el 2 de octubre, está divida en dos partes: retratos y autorretratos. En cada una de las cuatro salas que ocupa se exhiben 10 instantáneas tomadas en los primeros años de carrera y 10 recientes. "Es en los autorretratos donde se produce una mayor ruptura de las reglas de la fotografía. Desaparece todo narcisismo del autor, que se presenta a sí mismo como parte de la imagen introduciendo en ella al espectador al jugar con su sombra o su reflejo", concluye Gollonet.

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