Pasajeros del autobús de Tarragona observaron extrañas vibraciones durante el trayecto

VIENE DE LA PÁGINA 1 Teresa Falagan viajaba con su nieta Virginia Labrador, de 12 años, quien también resultó herida leve. Su hija acudió al lugar del accidente poco después de haber ocurrido. "Pido a las autoridades que hagan algo, esto no puede continuar así. Constantemente hay accidentes. Ya ha muerto mucha gente, y ahora mi madre, que venía de visita y se ha quedado aquí." Los heridos son todos pasajeros del autobús de la línea 9, que enlaza el centro urbano de Tarragona con las playas y urbanizaciones situadas en la costa y cubre un recorrido que se extiende hasta la Punta de la Mora. L...

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VIENE DE LA PÁGINA 1 Teresa Falagan viajaba con su nieta Virginia Labrador, de 12 años, quien también resultó herida leve. Su hija acudió al lugar del accidente poco después de haber ocurrido. "Pido a las autoridades que hagan algo, esto no puede continuar así. Constantemente hay accidentes. Ya ha muerto mucha gente, y ahora mi madre, que venía de visita y se ha quedado aquí." Los heridos son todos pasajeros del autobús de la línea 9, que enlaza el centro urbano de Tarragona con las playas y urbanizaciones situadas en la costa y cubre un recorrido que se extiende hasta la Punta de la Mora. Los pasajeros del autobús eran en su mayoría turistas que pasaban sus vacaciones en alguna de las urbanizaciones de la zona y vecinos de Tarragona que apuraban sus últimos días de playa. Todos los heridos fueron trasladados por los equipos sanitarios de emergencia a los hospitales Joan XXIII y Sant Pau i Santa Tecla de la ciudad de Tarragona. Los informes médicos emitidos por ambos centros indicaban que todos los heridos evolucionaban favorablemente ayer por la tarde y que, salvo complicaciones, no se temía por la vida de ninguno de ellos. Cuatro de los heridos permanecen en el Hospital Joan XXIII, dos de ellos en estado grave. Se trata del ciudadano alemán Hans Tripen, de 53 años, y del joven Sergi Roure, de 18 años. Con pronóstico menos grave figuran Adelaida Desco, de 54 años, y la nieta de la vecina de Robla, también fallecida. En el hospital de Sant Pau i Santa Tecla fueron ingresadas 6 pasajeras de las cuales sólo tres permanecían ingresadas anoche, aunque sólo la primera se encontraba en estado grave: Isabel Martínez, de 60 años, Maria Teresa Montserrat, de 51, y Rosa Maria Sumoy. Aunque la Guardia Civil no ha concluido todavía el atestado, la primera hipótesis que se barajó como la causa más probable del accidente fue una distracción o un exceso de velocidad por parte del conductor del camión, quien habría invadido el carril contrario. Testimonio Sin embargo, por la tarde surgieron datos que inducían a pensar que el choque pudo haber sido causado por el autobús, al quedar sin dirección. Esta hipótesis se basa en el testimonio de algunos pasajeros. Ángeles Ramos, hermana de uno de los pasajeros fallecidos y herida ella misma en el accidente, indicó ayer que había observado una extraña e intensa vibración en el autobús y que, pasada la playa de la Rabassada, el conductor había detenido el autobús "para mirar algo". El camión siniestrado pertenecía a la empresa Trans-Pallarés, especializada en transporte de piensos. En el momento de la colisión no llevaba carga. El autobús pertenecía a la flota de la Empresa Municipal de Transportes, que en los últimos dos años ha emprendido un plan de renovación total de la flota. Este periódico intentó ayer obtener la versión del accidente de la empresa municipal de transportes, pero ningún responsable atendió la llamada. El choque dejó sobre la calzada un paisaje dantesco. Para rescatar a las víctimas del amasijo de hierro en que quedaron convertidas las partes delanteras de los dos vehículos tuvieron que intervenir un total de 11 dotaciones de bomberos, un helicóptero y un gran número de efectivos de la Guardia Civil. Pese a que el tráfico fue rápidamente desviado por carreteras comarcales y por la autopista la A-7, se formaron colas de varios kilómetros de longitud, ya que el accidente se produjo precisamente en un lugar habitualmente saturado por el tráfico. La carretera N-340 permaneció cortada a causa del accidente por espacio de más de cinco horas. El accidente ha conmocionado a la ciudad de Tarragona, cuyo alcalde, el convergente Joan Miquel Nadal, decidió suspender la inauguración de la nueva plaza de la Farinera prevista para ayer por la tarde. Nadal, uno de los más ardientes defensores de la necesidad de construir la variante de Tarragona, no quiso profundizar ayer en su reivindicaciones de siempre, aunque sí recordó que éste es el tercer accidente grave que se produce en este tramo durante de Tarragona a lo largo del presente verano.

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