Aclaración

Acudo a usted para rogarle que defienda mi honor y buen nombre, puestos gravemente en entredicho por la publicación de un reportaje en el número 1.185 de la revista Interviú, de 24 de agosto. En él aparece una modelo pornográfica que se hace llamar Mónica Schwartz y que ni por asomo soy yo. Como la revista asegura que la mujer es alemana y que pretende hacer carrera en Italia y Mónica se escribe con k en alemán y sin acento en italiano, concluyo que la coincidencia de grafías es deliberada.Los que me conocen saben que no se trata de mí. Pero son muchos más los que no me conocen personalmente. ...

Acudo a usted para rogarle que defienda mi honor y buen nombre, puestos gravemente en entredicho por la publicación de un reportaje en el número 1.185 de la revista Interviú, de 24 de agosto. En él aparece una modelo pornográfica que se hace llamar Mónica Schwartz y que ni por asomo soy yo. Como la revista asegura que la mujer es alemana y que pretende hacer carrera en Italia y Mónica se escribe con k en alemán y sin acento en italiano, concluyo que la coincidencia de grafías es deliberada.Los que me conocen saben que no se trata de mí. Pero son muchos más los que no me conocen personalmente. Me subleva que puedan llegar a pensar que me lanzo a una carrera en la pornografía apoyada en reportajes y textos que encima son de insultante perfil sexista. El daño que Interviú me hace, el perjuicio que nos causa a mi marido, a mi hija, a mí e incluso a mi padre, son grandes y difícilmente serán reparados jamás.

La ventaja de una publicación sobre un individuo indefenso es grande. Al menos, si usted publica esta carta, sus lectores, que son los más numerosos de España, sabrán que aquella Monika Schwartz de las actitudes provocativas y desvergonzadas que ha merecido un reportaje de cinco páginas en Interviú es otra persona.-