La música de una discoteca enfrenta a 300 jóvenes con la policía

La pequeña localidad gaditana de Puerto Serrano se vio alterada la mañana del pasado viernes por unos 300 jóvenes que se enfrentaron con la policía y provocaron desperfectos en las propiedades del alcalde y del mobiliario público. La protesta se produjo porque los agentes del pueblo ordenaron al propietario de la discoteca Disco-Sport que bajase el volumen de la música.

Los hechos ocurrieron sobre las seis de la mañana, cuando el propietario del establecimiento había advertido a los clientes sobre una supuesta orden de cierre del local por parte de la policía municipal en cumplimiento d...

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La pequeña localidad gaditana de Puerto Serrano se vio alterada la mañana del pasado viernes por unos 300 jóvenes que se enfrentaron con la policía y provocaron desperfectos en las propiedades del alcalde y del mobiliario público. La protesta se produjo porque los agentes del pueblo ordenaron al propietario de la discoteca Disco-Sport que bajase el volumen de la música.

Los hechos ocurrieron sobre las seis de la mañana, cuando el propietario del establecimiento había advertido a los clientes sobre una supuesta orden de cierre del local por parte de la policía municipal en cumplimiento de las ordenanzas sobre ruidos en el municipio. La reacción de los jóvenes no se hizo esperar. Los dos agentes fueron atacados con botellas y piedras y sufrieron heridas de carácter leve. Pese a la llegada de refuerzos de agentes de la Guardia Civil, los jóvenes se dirigieron al domicilio del alcalde, Pero Ruiz Perales. Volcaron su coche particular y provocaron desperfectos en el mobiliario urbano en las inmediaciones del domicilio del primer edil del municipio. La ira de los concentrados se cebó también en el centro de la localidad. A su paso por las calles, el grupo destrozó señales de tráfico, bancos públicos y los jardines de la zona.

El episodio se cerró con la detención y posterior traslado de 14 de los participantes en los actos vandálicos a la vecina ciudad de Arcos de la Frontera, para su puesta a disposición judicial. También se dio una orden de cierre del local por parte del subdelegado del Gobierno en Cádiz, Miguel Osuna.

Por su parte, el alcalde de la localidad reconoció ayer que sufrió al considerar en peligro la integridad de su familia y pidió al resto de vecinos que no tengan en cuenta estos incidentes y disfruten de las fiestas locales que hoy culminan.

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