El Deportivo recupera su vieja imagen

El equipo gallego se impuso con pocas dificultades al Lazio, que decepcionó

TROFEO TERESA HERRERAEl Deportivo se deshízo con más facilidad de la prevista del Lazio y puso a su gente a soñar. ¿Vuelve el equipo que se atrevió a intimidar al Madrid y el Barcelona? Habrá que verlo, pero por el momento hay algunos datos que invitan a la esperanza.Irureta pretende encontrar una vía que acerque a su equipo al grado de estabilidad que tuvo en los mejores tiempos de Arsenio. Por aquel entonces, el Deportivo era un equipo equilibrado, con un potente entramado defensivo y un ataque ágil. Irureta ha sido generalmente cuidadoso para encontrar el punto de fiabilidad necesari...

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TROFEO TERESA HERRERAEl Deportivo se deshízo con más facilidad de la prevista del Lazio y puso a su gente a soñar. ¿Vuelve el equipo que se atrevió a intimidar al Madrid y el Barcelona? Habrá que verlo, pero por el momento hay algunos datos que invitan a la esperanza.Irureta pretende encontrar una vía que acerque a su equipo al grado de estabilidad que tuvo en los mejores tiempos de Arsenio. Por aquel entonces, el Deportivo era un equipo equilibrado, con un potente entramado defensivo y un ataque ágil. Irureta ha sido generalmente cuidadoso para encontrar el punto de fiabilidad necesario en el sistema defensivo. En el Deportivo esta cuestión depende menos de la categoría de sus defensas que del poderío y de la inteligencia de Mauro Silva. Si recupera su tono físico, y eso es lo que parece en esta pretemporada, el destructor brasileño será capital para el buen funcionamiento del Deportivo. En el ataque, Irureta parece confiado en la habilidad y ligereza de sus medias puntas. Djalminha es uno; Ziani es otro. Sin embargo, son jugadores de características muy diferentes. Djalminha hace todo a través de su facilidad con el balón. Sobre su discontinuidad tampoco hay dudas, como tampoco las hay sobre sus recursos, como se apreció en el gol. Ziani es un volante de enganche más clásico. Es un jugador de físico leve y gran capacidad para el despliegue.

DEPORTIVO: Songo"o; Manuel Pablo, Ramis, Schurrer, Bonnissel; Scaloni (Flavio, m

46), Donato, Ziani (Mauro Silva, m. 60), Javi López; Djalminha (Bassir, m. 46, Fran, m. 60) y Pauleta ("Turu" Flores, m. 29).LAZIO: Marchegiani; Negro (López, m. 75), Couto, Mijailovic, Favalli; Stankovic (Marcolin, m. 75), De la Peña, Nedved, Gottardi (Rambaudi, m. 75) ; Mancini y Salas. Gol: 1-0. M. 22. Djalminha marca con tiro raso tras pase de Ziani. 2-0. M. 82. Flavio, con un remate desde fuera del área. Árbitro: Víctor Esquinas Torres. Amonestó a Nedved y Stankovic. Unos 40.000 espectadores en el estadio de Riazor. El Deportivo se proclamó campeón del Trofeo Teresa Herrera; el Lazio fue segundo.

El partido entró en la querencia del Deportivo después de la primera fase, que fue igualada. El Lazio y el Depor se midieron a idas y vueltas por el centro del rectángulo hasta que el Deportivo ratificó que todavía tiene argumentos del gran equipo al que hace unos años llamaron "Súper Depor". Jugando al toque, con voluntad, alguna figura, y más ambición que su rival, el Lazio de Iván de la Peña, que ayer fue un equipo de gente que no se comprendía entre sí. Cada jugador hacía de las suyas con regular acierto y nula eficacia ante un Depor más dinámico y más centrado, que no acusó el cansancio del partido del día anterior contra el Atlético.

Ziani en la media punta se distinguió en la primera parte. Por detrás, Donato trotó con la serenidad de su veteranía y un oficio que minó pronto al medio campo del Lazio. Ziani terminó desbaratando a los italianos a pesar del marcaje cerrado de Nedred Stankovic. El pequeño francés fichado al Lens es un tipo dinámico y habilidoso que se distribuye por todo el campo y que por momentos se pierde en múltiples intentos frustrados. Lo intentó durante todo el primer tiempo hasta que un pase suyo llegó a las botas de Djalminha, que cazó un remate espléndido que no le mereció ningún festejo, como si todavía guardara cuentas pendientes con la afición.

A través de Djalminha, el Deportivo encontró un jugador capaz de abastecer oportunidades a Flores y a la gente que llegaba desde atrás para acompañar las jugadas. El Lazio respondía a duras penas, poco interesado en el partido, o por lo menos sin la habitual pujanza de los equipos italianos. Por lo que parece, el Lazio está en una fase de ensamblaje que no acaba de fructificar. El primero en buscarse un sitio es De la Peña, que no lo encuentra. Sigue empeñado en jugar lejos de donde se le presupone temible. Tan atrás y con sus características, De la Peña es más un problema que una solución. Quita muy poco, por no decir nada, y su sentido de la distribución es tan peculiar que pasa por la brillantez continua, cosa imposible. En este plan, De la Peña se equivoca en la interpretación del fútbol.

Al Lazio se le vio poco y al Deportivo cada vez se le vio menos. En la segunda parte comenzó un carrusel del cambios que afectó al desarrollo del juego, que se volvió embarullado y discontinuo. La gente lo aceptó porque ganar a cualquier equipo italiano se valora mucho y porque además llegó el segundo gol, un tiro largo de Flavio que redondeó la victoria y alimentó las ilusiones de la gente del Deportivo para la Liga.

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