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Mares de salud

Un hotel aprovecha el agua del litoral con fines terapéuticos

"El agua de mar cura las enfermedades de los hombres", decía Eurípides. Dos mil quinientos años más tarde, la ciencia médica le da la razón: la talasoterapia -del griego thalassas, mar- tiene respuestas y recursos para enfrentarse a trastornos muy diversos. Una prueba de ello la constituye el Centro Talasoterápico del Hotel Meliá Costa del Sol, donde 1.200 curistas disfrutan cómodamente cada año de los benéficos efectos del Mediterráneo. "No es sólo cuestión de bañarse", explica Víctor Martín, el médico que dirige el centro. "Lo que funciona es la combinación del aire, el sol, la arena, las al...

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"El agua de mar cura las enfermedades de los hombres", decía Eurípides. Dos mil quinientos años más tarde, la ciencia médica le da la razón: la talasoterapia -del griego thalassas, mar- tiene respuestas y recursos para enfrentarse a trastornos muy diversos. Una prueba de ello la constituye el Centro Talasoterápico del Hotel Meliá Costa del Sol, donde 1.200 curistas disfrutan cómodamente cada año de los benéficos efectos del Mediterráneo. "No es sólo cuestión de bañarse", explica Víctor Martín, el médico que dirige el centro. "Lo que funciona es la combinación del aire, el sol, la arena, las algas y el agua, el ecosistema marino en su conjunto". Por eso han ubicado sus instalaciones lo más cerca posible de la playa, y absorben cada día 9.000 litros de agua de alta mar, a través de un tubo de casi un kilómetro de longitud. El agua se filtra con arena y, si es preciso, se esteriliza con rayos ultravioleta, pero nunca se altera su composición natural con aditivos químicos, porque perdería sus propiedades terapéuticas. Y son muchas: mejoran las dolencias musculares y articulares, los problemas cardiovasculares, las enfermedades de la piel, "y los males del siglo", añade el doctor, "el estrés, la ansiedad". Las posibilidades de la talasoterapia son infinitas, aparentemente. Uno puede sumergirse con indolencia en una piscina de hidromasaje, hacer gimnasia de rehabilitación dentro de otra piscina, recibir chorros de agua a presión en una cabina de azulejos blancos, darse baños de burbujas, envolverse el cuerpo en emplastos de algas medicinales, introducirse en una especie de sarcófago blanco para probar la vibrosauna, o recibir ultrasonidos bajo el agua. Si le quedan ánimos, también hay saunas, baños de vapor con esencia de eucalipto y cualquier tratamiento de belleza que se le ocurra. Y en los descansos puede sentarse en un sillón de mimbre, pasear sobre la moqueta verde y escuchar el rumor del agua y el aire acondicionado. Claro que el personal del centro prescribe e indica a los usuarios lo más conveniente en cada momento, cosa que va incluida en las tarifas, que, a juicio del doctor Martín, "resultan muy baratas, comparativamente". Pilar Soriano yace sepultada bajo diez kilos de toallas. Vino de Santiago de Compostela: tiene un principio de artrosis, pero una alergia le impide medicarse, de modo que cada verano hace un tratamiento intensivo de 10 días y consigue pasar bien el resto del año. "Desde que empecé a venir estoy bárbara", asegura, con la voz amortiguada por tanta toalla, "aunque el primer día siempre te dan una paliza terrible". En este punto llega Marie, uniformada de blanco, y dice sonriente "lo siento, se hace tarde". Se lleva a Pilar, que pregunta débilmente "¿qué me toca ahora?". "La bañera", responde Marie con dulzura implacable.Dirección Paseo Marítimo de la Playa del Bajondillo, 19, Torremolinos (Málaga) Teléfono: 95 238 66 77 Indicaciones Artritis, trastornos cardiovasculares, enfermedades de la piel. Atraques Desde 133.000 pesetas por 10 días de sesión.

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