El artista Rolando Campos fallece en Marruecos de un infarto
El escultor y pintor sevillano Rolando Campos falleció el pasado jueves en la localidad marroquí de Asilah, a los 51 años, a consecuencia de un fallo cardíaco, aunque el motivo de la muerte se confirmará después de la autopsia que le realizarán hoy en Tánger. El artista, de 51 años, lleva exponiendo en España, Francia y Alemania desde comienzos de los setenta y su trabajo como escultor es uno de los más sólidos de Andalucía. "Rolando había ido una semana antes a un hospital de Tánger, pero le diagnosticaron una gastritis y él no le dio importancia, volvió a Asilah para continuar trabajando",...
El escultor y pintor sevillano Rolando Campos falleció el pasado jueves en la localidad marroquí de Asilah, a los 51 años, a consecuencia de un fallo cardíaco, aunque el motivo de la muerte se confirmará después de la autopsia que le realizarán hoy en Tánger. El artista, de 51 años, lleva exponiendo en España, Francia y Alemania desde comienzos de los setenta y su trabajo como escultor es uno de los más sólidos de Andalucía. "Rolando había ido una semana antes a un hospital de Tánger, pero le diagnosticaron una gastritis y él no le dio importancia, volvió a Asilah para continuar trabajando", comentó ayer su amigo José Salvatierra. El artista, autor de la escultura de Mozart ubicada en el paseo de Colón de Sevilla, había llegado a Asilah junto a un grupo de amigos y artistas, Félix de Cárdenas, Haroldo Lorite y Fernando Ruiz Monedero para preparar una exposición que tenían previsto realizar en Navidad. "Se habían ido cargados de lienzos y con una disciplina de trabajo clara para repetir la experiencia de la muestra Dibujos del natural en la que el grupo de amigos -incluido Enrique Ramos Guerra- trabajó con una misma modelo", comentó Mercedes Muros, directora de la galería Ventana Abierta en la que Campos presentó sus últimas obras. El artista, que tenía dos hijos de 21 y 19 años, realizó su primera muestra individual en 1972 y, en 1974, expuso en la Galería Juana de Aizpuru de Sevilla. "Rolando siempre huyó de los actos sociales, pero era un artista abierto. Ahora estaba investigando con nuevas formas de expresión", añade Salvatierra. El cadáver del artista llegará a Sevilla esta semana y será incinerado.