Vladímir Dúdintsev,

El conocido escritor ruso Vladímir Dúdintsev falleció el fin de semana pasado en Moscú, cuando le faltaban sólo unos días para cumplir los 80 años. Dúdintsev saltó a la fama literaria y política en 1956, cuando escribió la novela No sólo de pan vive el hombre. La publicación de esta obra sociológica en clave, en la que se hacía una dura crítica del sistema socialista, desató una virulenta campaña contra Dúdintsev que se alargó varios años. En esta novela, su protagonista, el ingeniero Lopatkin, desarrolla un importante invento, pero los esfuerzos que realiza por hacer valer su proyecto se estr...

El conocido escritor ruso Vladímir Dúdintsev falleció el fin de semana pasado en Moscú, cuando le faltaban sólo unos días para cumplir los 80 años. Dúdintsev saltó a la fama literaria y política en 1956, cuando escribió la novela No sólo de pan vive el hombre. La publicación de esta obra sociológica en clave, en la que se hacía una dura crítica del sistema socialista, desató una virulenta campaña contra Dúdintsev que se alargó varios años. En esta novela, su protagonista, el ingeniero Lopatkin, desarrolla un importante invento, pero los esfuerzos que realiza por hacer valer su proyecto se estrellan contra el muro de los burócratas y funcionarios mediocres, encabezados por el dirigente del Partido Comunista Drozdov. "Nosotros, camarada Lopatkin, somos los necesarios; nosotros, laboriosas hormigas, y no tú, genial caminante solitario con tu ideal genial", resume en el texto uno de los oponentes del protagonista.Los dirigentes soviéticos no le perdonaron a Dúdintsev su ataque contra el régimen: la obra fue prohibida y el escritor vio como las puertas se le cerraban.

Nacido en el año 1918 en la provincia de Járkov (hoy en Ucrania), Dúdintsev estudió Derecho en la Universidad de Moscú, combatió en la Segunda Guerra Mundial y de vuelta del frente abandonó la jurisprudencia y se dedicó al periodismo y la creación literaria.

En los últimos años de su existencia, condenado a guardar cama, Dúdintsev no permitía que le fotografiaran ni tampoco concedía entrevistas: su lengua dejó de obedecerle después de sufrir un derrame cerebral; entonces para comunicarse utilizaba únicamente su pluma.-